La Costa Daurada es un territorio que atrae tanto a foráneos como a los vecinos próximos a la zona, que encuentran en ella un lugar perfecto para reposar, disfrutar y conocer un poco más la historia del territorio tarraconense. Por una parte, tenemos unas playas envidiables y un ambiente de ocio que es puntero incluso a nivel europeo. Por otra, nos podemos encontrar con parajes bellísimos y que no pueden dejar de visitarse.
La diversidad es clave para explicar la riqueza de la parte interior de la Costa Daurada. Podemos encontrar monumentos modernistas imponentes y, algunos quilómetros más allá, degustar manjares locales como los calçots. En medio, paisajes idílicos o la Ruta del Cister pueden completar unas vacaciones para el recuerdo e irrepetibles para pasar solos, con amigos o en familia.
Modernismo y vermut en el Baix Camp
Tras Barcelona, Reus es la ciudad con más edificios modernistas de toda Catalunya. La capital de la comarca del Baix Camp cuenta con un padrino que supera lo ilustre, como lo es Antoni Gaudí. Él fue capaz de dibujar edificios de ensueño en todo el territorio catalán.
En otro orden de cosas, el Museo del Vermut muestra lo mejor de la cultura de la ciudad y lo relaciona con un elemento gastronómico indispensable para cualquier amante del buen vermut. En Reus, el vermut es cultura y trasladar este binomio a los foráneos es la mejor manera de comenzar a introducir el territorio a sus visitantes.
El Priorat
Para continuar visitando los más bellos rincones de la Costa Daurada interior, el Priorat es una de las mejores opciones. Aseguran sus habitantes que, no tener prisa, es la mejor receta para poder degustar el Priorat. Los inigualables parajes del Parc Natural del Montsant pueden ser un gran inicio de día que puede continuar con una degustación de cualquier vino de la Denominación de Origen Montsant o de la Denominación de Origen Calificada Priorat. Ambos vinos van creciendo en presencia a nivel nacional y también están triunfando en el extranjero.
Otros lugares que se pueden visitar dentro del Priorat son Escaladei, un pueblo al cual nunca le falta el encanto, o Siurana y Albarca, que dan para horas de diversión sin prisas. Mención aparte a la Cartuja de Escaladei, un monasterio construido en el siglo XII que pasó a convertirse en la primera cartuja de la Península Ibérica. Hoy se pueden visitar sus ruinas recorriendo el exterior de los tres claustros, así como la iglesia y el refectorio, además de una celda completamente reconstruida.
El Priorat también ofrece trazados memorables, como lo es la Ruta Mar y Montaña para expertos por el Priorat y el Baix Camp. Se trata de una de las rutas más largas que se pueden realizar en la zona, de 98,4 kilómetros. Saliendo de Cambrils en dirección a Mont-roig del Camp, recorre parajes como el alto de Colldejou, Marçà o el Coll de Falset, entre otros.
La Ruta del Cister
Sin abandonar la zona interior de la Costa Daurada, nos encontramos con la Ruta del Cister. Si unimos el misticismo con la cultura y las ganas de conocer el pasado de la zona no podemos perdernos esta ruta, que consta de un recorrido por tres monasterios: el de Poblet, que está catalogado como Patrimonio Mundial por la UNESCO, el de Santes Creus y el de Vallbona de les Monges (este último está ubicado en la provincia vecina de Lleida). El monasterio de Santes Creus es más que de obligada visita. Es uno de los más grandes y mejor conservados de todo el mundo y esconde recovecos increíbles que nos transportan al pasado de forma inmediata.
En el monasterio de Poblet, el más espectacular tanto por su historia como por todo lo que esconden sus rincones, se pone de manifiesto el hecho de que todavía existe la vida monástica. Es, de toda la Ruta del Cister, el monumento de mayor envergadura y está rodeado del Paraje Natural de Poblet.
Además, centrándonos en la Ruta del Cister, cabe mencionar que, a partir de la primavera de este 2022, se pondrán en funcionamiento hasta tres originales itinerarios, de visita obligada. Estos tres caminos se realizarán con niños, con el objetivo de conocer el entorno y, además, de poder practicar deporte. El primero de los tres itinerarios apuesta por el conocimiento de la naturaleza y la agricultura alrededor del monasterio de Vallbona de les Monges, mientras que el segundo se basa en la piedra seca, en el entorno del monasterio de Santes Creus. La tercera ruta propuesta sirve para hacerse con el Paraje Natural de Poblet por un sendero que despertará los sentidos a través de la naturaleza.
El Paisaje de los Genios
Continuando con la visita por la Costa Daurada podemos dirigirnos al Paisaje de los Genios. Se trata de una propuesta turística inspirada en personalidades como Pau Casals, Antoni Gaudí, Joan Miró o Pablo Picasso.
Si Antoni Gaudí está estrechamente relacionado con Reus y Riudoms, el resto de históricos también tienen sus enlaces con municipios tarraconenses. Joan Miró con Mont-roig del Camp, Pau Casals con El Vendrell y Pablo Picasso con Horta de Sant Joan, este último en las Terres de l’Ebre. Todos ellos han realizado aportaciones únicas a la historia que quedarán para la posteridad.
Una de las citas de dicho Paisaje es la Ruta Pau Casals, un paseo en bicicleta de más de 10 kilómetros por el municipio de El Vendrell (Baix Penedès) en la cual se pueden apreciar varios atractivos, como la Casa Pau Casals o el Museo de Pau Casals.
La Ruta de Barracas de piedra seca, en Mont-roig del Camp, se puede realizar tanto a pie como en coche. El municipio cuenta con más de un centenar de barracas de piedra seca catalogadas y reconocidas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Estas construcciones elaboradas con las manos de los labradores más especializados, que buscaban la máxima robustez. De hecho, con el paso de los años se conservan intactas.
Los calçots y los castells
Tras un buen paseo por las diferentes comarcas de la Costa Daurada interior, gastronomía y espectáculo pueden ser las dos propuestas siguientes. La capital de la comarca del Alt Camp, Valls, se convierte, pues, en parada obligatoria. Los calçots se han convertido en un manjar admirado a nivel internacional. Estas pequeñas cebollas alargadas mojadas en la mejor salsa romesco y maridadas con un buen vino de la tierra son una experiencia para explicar. También lo es una buena jornada de castells (también son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad), con valientes que suben encima de otros atrevidos para formar construcciones aparentemente imposibles, pero que se convierten en realidad para delicia de los aficionados y también de los que todavía no lo son.
El Museu Casteller es de obligada parada. Se sitúa donde comenzó esta tradición, el sentimiento de los castells. Valls acoge un templo donde tanto los iniciados, como los entendidos y aquellos que no lo son pueden entender por qué existe esta pasión, con el corazón en Valls. De hecho, esta ciudad acoge bianualmente el Concurs de Castells, uno de los mayores acontecimientos a nivel catalán.
En otro orden de cosas, el Santuario de la Mare de Déu de Montserrat de Montferri es otro de los lugares que no se pueden dejar de visitar. Esta obra, proyectada por el arquitecto Josep Maria Jujol a imagen y semejanza de las montañas de Montserrat, propone arcos centenarios y una visita trepidante para los amantes de la historia y de los monumentos en general.
Las montañas de Prades
Para continuar, un día por la montaña. Prades se convierte en la estrella de la corona. Situadas en las comarcas del Baix Camp, Alt Camp, Conca de Barberà y Priorat, las montañas de Prades ofrecen rutas para todas las edades y de cualquier dificultad. Además, pasear por sus montañas no impide visitar otros lugares bellos como son el mismo municipio de Prades, la Ermita de l’Abellera, el valle de Capafonts, La Mussara o La Febró, entre otros.
Las montañas de Prades están certificadas como Destino de Turismo Familiar por la Generalitat de Catalunya. Montañas y bosques impresionantes, patrimonio histórico y monumental y una gastronomía para todos los gustos en un paraje destinado a toda la familia.
También son una cita obligada los recorridos a pie o en BTT por el Alt Camp, una tierra llena de detalles con lugares naturales de gran valor. Entre otros, se pueden realizar rutas como Una vuelta por el Jordà, Miramar, un balón abierto al campo, Una Bella Mirada al Valle del Francolí o Los contrastes del Llano. Esta última también se puede realizar en bicicleta todo terreno.
Es también remarcable que las Montañas de Prades y la Serra de Montsant se han convertido en la zona más grande de Europa en tener el cielo nocturno protegido. El cielo nocturno de Prades, a 1.000 metros de altura, ofrece unos indicadores de transparencia y estabilidad atmosférica muy superiores a otras zonas de menos altura. Las nieblas y las nubes provenientes de los municipios cercanos rodean el llamado Pla de la Guardia, que queda descubierto y con unas vistas inigualables en casi cualquier punto del país.
La Conca de Barberà, belleza infinita
Por último, pero no menos importante, entra en escena la Conca de Barberà, un territorio interior con infinidad de lugares para poder perderse horas o, incluso, días. Montblanc, la capital de la comarca, vuelve a prepararse para ofrecer una mítica Semana Medieval, que este 2022 llegará a su XXXV edición.
Cuenta la historia que Sant Jordi mató al dragón en Montblanc, en una de las leyendas con más misticismo en Catalunya. Esto le sirvió para rescatar al pueblo y a su princesa de una muerte segura. Por ello, la relación entre esta efeméride y la ciudad tarraconense perdura con los años.
La Semana Medieval se celebra los dos fines de semana que rodean la Diada de Sant Jordi, que es el 23 de abril. Su programa de actos es infinito y destacan, entre otros, el Mercado Medieval, el Dracum Nocte (un espectáculo con un centenar de actores que dan vida a mitos históricos) y la Entrega de la rosa, el mismo 23 de abril.
Al lado de Montblanc, el municipio de l’Espluga de Francolí también esconde lugares para no olvidarlos. Entre ellos, el Museo de la Vida Rural de la Fundación Carulla, donde se reflexiona sobre el mudo rural o sus cuevas, unas cavidades naturales que utilizaban los hombres desde el paleolítico. Su interior esconde un museo que hará participar a sus visitantes, a través de proyecciones que escenifican qué y cómo sucedió todo allí en épocas anteriores.
Para continuar nuestra visita, podemos dirigirnos al museo del cristal de Vimbodí. Cualquier forma imaginable, está allí representada con cristal. Demostraciones en vivo, ciclos de talleres y visitas que nos mostrarán cómo trabajar este imprescindible material copan la oferta en un lugar en el cual también se podrán adquirir piezas de incalculable valor.
Perderse en todos los municipios y recovecos mencionados de la Costa Daurada interior, pues, resultará un placer para aquellos visitantes que no conozcan la zona, pero también puede ser la mejor de las ideas para aquellos que todavía no se hayan adentrado en todos los parajes que este territorio esconde. Paseos, buena comida, actividades para todos y un sinfín de posibilidades que se esconden en la Tarragona más profunda.
