Las cámaras que se están colocando en diferentes zonas de Calafell como en la C-31 forman parte de las pruebas para desplegar la instalación de estos dispositivos en todo el municipio.
Las pruebas se realizan en los puntos donde estarán las cámaras de vigilancia y lectoras de matrículas. Ahora se realizan pruebas de dispositivos de diferentes empresas para comprobar su efectividad y capacidad, antes de licitar y adjudicar los trabajos.
El Ayuntamiento ya explicó que aumentaría el número de cámaras de vigilancia en la vía publica y que envían las imágenes a un control en las dependencias de la Policía Local las 24 horas del día.
Principalmente se instalarán en los accesos al municipio y sus diferentes núcleos o en la proximidad de estaciones de tren, especialemente en Segur.
En Calafell hay ahora 20 cámaras de videovigilancia, pero el sistema instalado y el tenido de fibra óptica puede llegarse a un centenar, aunque inicialmente no se contempla cubrir esa cifra.
Estudiar
En los últimos meses la Policía Local ha estudiado los emplazamientos más adecuados para esta vigilancia en función de las necesidades de la seguridad ciudadana y la disponibilidad de redes de telecomunicaciones.
Las imágenes llegarán a las pantallas de control en la Policía Local. De observarse una acción sospechosa o vandálica, podrá activarse a las patrullas más cercanas. El dispositivo que se instaló en las dependencias policiales tiene geolocalizados a todos los agentes y vehículos a través de las emisoras. Por ello puede verse qué efectivos hay más próximos a la zona donde salte la alarma.
Las cámaras permiten la lectura de matrículas por lo que en el caso de un delito en una zona puede comprobarse los coches que han entrado y salido. El sistema también alerta de la presencia de un vehículo que pueda estar denunciado o implicado en actos delictivos.
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