La última creación de Miqui Otero (Barcelona, 1980) se llama Orquesta, con la que se une al catálogo de Alfaguara. En esta obra el autor transporta a los lectores a Valdeplata, un pintoresco pueblo que se despierta con las huellas de una noche de verbena aún frescas.
Al amanecer, el escenario es, como mínimo, inquietante: cadáveres de estorninos, un billete rasgado, una bicicleta roja, una piruleta rota y sangre en una zapatilla. La orquesta tocó toda la noche y niños, jóvenes y viejos bailaron las mismas canciones guardando secretos distintos.
En cuanto a los personajes, son extravagantes: el Conde, anciano que podía morir en cualquier momento (y con él un mundo antiguo de magia y miedo). También Ventura, camionero que sacó por fin su vestido de lentejuelas, o Placeres, soñando venganza y amores prohibidos.
Bailaron y bebieron y parecía que podían entenderse antiguos amantes, enemigos mortales, jóvenes perdidos.
La nueva obra de Miqui Otero habla de música y de cómo nos transformamos cuando suena la melodía que todos llevamos dentro, una melodía que rezuma por todos los poros de la novela.
Es la música la que actúa como narradora omnisciente, tejiendo los hilos invisibles que conectan a los personajes y sus secretos. Una cadencia que lo mezcla todo en este valle que amanece con los misterios desvelados.
La obra de Otero ha conquistado a crítica y lectores. Primero con su aclamado debut Hilo musical, ganador del Premio Nuevo Talento FNAC y después con Simón, que se alzó con el Premio Ojo Crítico de Narrativa y fue finalista del Premio Dulce Chacón.
