Mercè Arànega desenmascara, con ironía, el fascismo

El ensayo de Michela Murgia es una provocación. Un texto lleno de ironía sobre la peligrosa propagación de los populismos en nuestras sociedades. La última reencarnación de los movimientos de ultraderecha.

Este es el punto de partida del monólogo Instruccions per fer-se feixista protagonizado por la actriz Mercè Arànega, quien hoy, 7 de diciembre, se subirá al escenario del Teatre Cinema del Casal de Montblanc (20 horas), y la semana que viene, el domingo día 17 de diciembre, también actuará en la tarraconense Salta Trono (18 horas). Las entradas para la función de Montblanc se pueden adquirir a través de la plataforma entradas.codetickets.com y las de la Sala Trono a través de la web salatrono.koobin.cat.

De esta manera, en Instruccions per fer-se feixista Mercè Arànega se pone en la piel, el pensamiento y la denuncia de la escritora y activista italiana con una gran proyección pública en su país para convertirse en la protagonista de un monólogo que denuncia la actual ola de fascismo por toda Europa y el resto del mundo.

Un texto que hace tambalear la seguridad en nuestro sistema democrático, adaptado por Sergi Pompermayer y dirigido por Miquel Gorriz. «Me pongo en la piel de la autora para hablarle al público como si ella misma fuese una auténtica fascista, explicando que le atrae del movimiento. Pero lejos de ser un panegírico serio, me basto del humor y de la ironía para demostrar que estoy en contra del fascismo», explica la actriz, quien añade que «es inevitable que los argumentos provoquen las carcajadas del público». Así, Mercè Aránega afirma que «en el escenario lo que hago es prestar mi voz y mi cuerpo, pero mi alma no se la he vendido al fascismo».

Humor e ironía

Entonces, echando mano del humor y la ironía, la actriz difunde, desde el escenario, el mensaje sobre los peligros de la ola de fascismo que azota el mundo actual. «En el transcurso del monólogo Instruccions per fer-se feixista se expresan algunos de los argumentos que parecen simples, pero que más de una persona ha pensado alguna vez en la vida», afirma Mercè Arànega.

Por esta razón, la actriz advierte que «debemos ir con cuidado porque hay pequeñas cosas en las que todos hemos caído alguna vez y que son pequeños comportamientos fascistas».

El sufragio universal está sobrevalorado. Este país es ingobernable. ¿Cómo puede hacer de ministro alguien que no tiene ni un triste diploma? No hay ninguna diferencia entre la derecha y la izquierda. Estas y otras cuestiones se recogen en un test al que el público tiene acceso a través de un código QR en la hoja de sala para averiguar su nivel de fascismo.

De esta manera, en el transcurso del monólogo, la actriz Mercè Arànega rompe la cuarta pared con el público para desenmascarar lo fácil que es caer en la trampa del fascismo y dejarse convencer por su discurso. «Quien no ha escuchado o dicho alguna vez que sale más a cuenta una dictadura que una democracia, puesto que hay que pagar a senadores, diputados... o que en plena crisis lo mejor es una dictadura... Sin pensar que renunciaríamos a nuestra libertad», asegura la actriz.

Altavoz

Así, reivindica el papel de las artes escénicas como «altavoz para poder revertir la situación actual, porque no es ninguna broma lo que está ocurriendo en todo el mundo». A la cuestión de por qué estamos en este punto, Mercè Arànega responde que «aunque desconozco la raíz profunda del resurgimiento del fascismo, porque no soy politóloga, todo lo que pueda hacer como actriz para contrarrestar su avance, lo haré».

En este sentido, cabe destacar que en 2015, a través de la obra Un cel de plom –una adaptación de la biografía escrita por Carme Martí– la actriz se puso en la piel de Neus Català, la última superviviente catalana del campo de concentración de Ravensbrück, quien consagró su vida a dar a conocer el horror vivido durante aquellos años.

Por todo ello, la actriz Mercè Arànega recuerda que «parar el fascismo está en manos de todos, de los que votamos, los que pensamos y los que vivimos».