El mundo del fútbol, al igual que otros muchos paralelismos en la vida, solo lanza honores y gloria al equipo ganador. Por eso es tan difícil encontrar historias que nos devuelvan la fe en la capacidad de entender y empatizar en los otros, aquellos que pierden. Y, en esta ocasión, no solo que son derrotados, sino que son vapuleados. El mito del ganador tiene su otra cara: la del vencido y, lo que es peor aún, la del humillado.
En 2001, la selección de fútbol de Samoa Americana encajó un 31-0 frente a Australia. Hasta hoy día, continúa siendo la peor derrota de la historia del fútbol internacional y ha servido como inspiración para esta película dirigida por el oscarizado Taika Waititi, que ya ha demostrado su capacidad para reírse en tono de comedia sobre un drama tan brutal como el nazismo (Jojo Rabbit). En esta película se cuenta la historia real de este equipo que, diez años después, contrató al entrenador Thomas Rongen con la esperanza de que lograse cambiar su rumbo.
El peor equipo del mundo es una película de superación muy adecuada para estas fechas, protagonizada por Michael Fassbender, en su segundo estreno este 2023 tras cuatro años de ausencia del cine. El anterior estreno suyo este año fue El asesino, de David Fincher, y que se estrenó directamente en Netflix además de en cines. A Fassbender se unen Elisabeth Moss (protagonista archiconocida por la serie El cuento de la criada), Oscar Kightley, David Fane, Beulah Koale, Lehi Falepapalangi, Semu Filipo, Uli Latukefu, Rachel House y Kaimana.
Verdaderamente, Waititi hubiera podido sacar mucho más provecho sobre esta historia y su tono a la hora de contarla. El director neozelandés se pierde por momentos en chistes con cierta gracia, pero no logra hilvanar una narración divertida de por sí. El tema da para mucho y, especialmente, con una buena pila de actores con los que cuenta. No creo que El peor equipo del mundo se convierta en ‘la peor película del año’ pero lo que está claro es que, aunque merezca la pena verla, hubiera dado para más, mucho más.
‘Buenrollismo’
Sin embargo, si de una cosa no se le puede acusar al filme es de intentar crear ‘buenrollismo’. Ese clima de que todo va a ir bien y que todo se puede superar flota en el ambiente. Amabilidad por doquier, sin ningún reparo ni tacha para que el espectador se lo pase medianamente bien durante algo más de hora y media. También es un ejemplo de motivación en positivo para los preparadores de cualquier equipo deportivo -lo dicho, comparable también con cualquier circunstancia de la vida- en su intento por obtener los mejores resultados de un colectivo.
¿Qué le falta aquí a Waititi? Su mala leche crítica, aunque siempre bajo la forma de comedia. Aunque sea comedia negra. Lo logró en Jojo Rabbit con un tema aún más difícil y complicado. Ahora, aunque consigue lanzar alguna puya sobre las películas deportivas al uso, le falta más intención y reproche sobre la historia que nos cuenta.
El peor equipo del mundo no tiene los mejores chistes ni gags del mundo pero cuenta con alguno acertado. El gamberrismo habitual de Waititi -que incluso se dejó notar en Thor: Love and Thunder (2022)- da paso aquí a una afable y simpática historia.
De todas formas, la intención es buena y es de agradecer que alguien se acuerde de los que no ganan y son goleados. Ellos no son ciertamente El peor equipo del mundo.
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