Toni Badimón se ha consolidado como el artífice de la propuesta de cine Rambla de l’Art, que cumple 10 años en Cambrils. El ideólogo veranea en la villa marinera desde los años 80, aunque su presencia en el espacio de la Rambla Jaume I, con una historia muy arraigada detrás, surge prácticamente de la casualidad.
«Un amigo de Cambrils me preguntó por el músico Pep Sala, que quería que actuara en su local. Yo le comenté que le conocía y que le podíamos llamar allí mismo. Cuando Pep aceptó, él me comentó que, de saberlo con antelación, hubiera propuesto la actuación en el cine, que iba a desaparecer. Fue entonces cuando pregunté, me reuní con el Ayuntamiento y nos entendimos después del concurso público», reflexiona el protagonista.
Badimón dispone de una larga trayectoria ligada a la industria cinematográfica y durante estos diez años al frente de Rambla de l’Art ha marcado una línea de trabajo muy peculiar. Cuando arrancó el proyecto, Cambrils se transformó en el único cine de la provincia que proyectaba películas de producción europea en versión original. Una marca que hoy sigue explotando, aunque en verano, la cartelera también incluya films de rasgo más comercial. «De cines comerciales ya hay muchos, siempre he pensado que se hace cine europeo de mucha calidad y para mí, la versión original es indispensable. Todos deberíamos disfrutar del cine en versión original. Es muy recomendable», reflexiona.
Después de algunos meses de reforma, el 4 de diciembre de 2013, el cine de Cambrils volvía a recuperar vida cuando todo estaba preparado para que muriera. Se emitió aquel día un documental de Albert Solé. Por ese recinto tan peculiar han degustado películas varias generaciones y el adiós de la instalación se veía con cierta tristeza.
La llegada de Badimón activó de nuevo la sala, aunque han surgido momentos de mucha dificultad. «Justo antes de la pandemia lo pasamos mal. De hecho aquí había cuatro trabajadores y apenas nos quedamos dos. Aguantamos y se puede decir que la pandemia nos salvó. Curiosamente». Y es que las administraciones de todos los ámbitos, del local al estatal, se dieron cuenta de la importancia de la inversión en las salas de cine. «Empezaron a llegar las ayudas al sector de la exhibición y eso nos ha facilitado algo más las cosas», reflexiona Badimón.
Un estreno como celebración
Para conmemorar estos 10 años de vigencia, el cine cambrilense llevó a cabo el preestreno de la película Anatomía de una caída, que alcanzó la Palma de Oro en el prestigioso festival de Cannes. 200 personas disfrutaron de este privilegio y de forma gratuita, tal y como facilitó la Rambla de l’Art para celebrar su década de vida. Anatomía de una caída responde a un thriller judicial que narra la lucha de una mujer por demostrar su inocencia ante la acusación de que ha matado a su marido. El espectador acaba ejerciendo de jurado popular en este proceso lleno de claroscuros que no acaba de convencer a ninguna de las dos partes: la que piensa que la protagonista es una asesina o la que piensa que el marido se suicidó.
Después de la sesión, la periodista de TV3, Fàtima Llambrich, llevó a cabo una charla en la que propuso un análisis como especialista judicial. El proyecto Rambla de l’Art va a gozar de continuidad, por lo menos, durante los próximos cinco años y la empresa que gestiona el cine tiene previsto ampliar su red de salas, entre otras ciudad, en Barcelona. La experiencia de Toni Badimón en proyectos de este sector se combina ahora con la ilusión de su hija Tona, que en estos momentos realiza un relevo generacional lógico y entusiasta. Con Cambrils como punto de partida.