A las puertas de su jubilación, Pilar Mondelo Álvarez lleva a sus espaldas cuatro décadas dedicadas, en cuerpo y alma, a la Enfermería. Terminó los estudios en 1980 en Santiago de Compostela, tres años después se trasladó a Tarragona. Desde entonces, ejerce en el Hospital Universitari Joan XXIII.
«La Enfermería es mi vida. No sería capaz de hacer otra cosa». Con estas palabras se le saltan las lágrimas a Pilar Mondelo al recordar su experiencia profesional. En estos años, ha ejercido en diferentes áreas del centro hospitalario. Primero, recuerda, «estuve haciendo turnos de tarde en diferentes servicios, como cirugía, que, aunque no le gustan a nadie, a mí sí porque prefiero no madrugar». Después, ejerció en los servicios de Rehabilitación y Cardiología, una época que coincidió con la maternidad de su segundo hijo, por lo que solicito una reducción de jornada.
«Ahora mismo, sé que todavía hay muchas cosas que no sé, y lo que no sabes debes pedir ayuda»
«Poco a poco, empecé a trabajar en Urgencias y cuando tuve que volver a la jornada completa decidí quedarme en el servicio haciendo turnos de noche», explica la enfermera. De su experiencia resalta que «en Urgencias tienes que tener muy claro lo que debes hacer y hacerlo. No hay más. Pensar y actuar. Cuando llevas tiempo haciendo el mismo trabajo se convierte en algo automático y, precisamente, porque no lo piensas, puedes actuar más rápido». Desde que empezó a ejercer en Urgencias muchas cosas han cambiado. «En primer lugar, el espacio, ya que es mucho más amplio y hay más personal, por el hecho de que la carga de trabajo también es más importante», asegura. Unas circunstancias que también han conllevado, según sus palabras, «una distancia física entre los profesionales, sobre todo con la informatización del sistema».
En cualquier caso, Pilar Mondelo asegura que todavía tiene muchas cosas que aprender. «Ahora mismo, sé que todavía hay muchas cosas que no sé, y lo que no sabes debes pedir ayuda», afirma la enfermera, quien pone en valor la formación continuada y la experiencia como base del aprendizaje. Por todo ello, Pilar Mondelo quiere transmitir el siguiente mensaje a las futuras generaciones de enfermeras y enfermeros: «Si no es por vocación, no creo que nadie pueda ejercer esta profesión. Ser enfermera es una actitud en la vida».
