El Reus Ploms vuelve a latir

Se cumple un año del acceso a la presidencia de Isidre Guinjoan y su junta directiva. El club reusense se ha profesionalizado, camina hacia la paz económica y laboral y ha sumado 600 nuevos socios

19 mayo 2017 17:02 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:00
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Aquellas elecciones más o menos elegantes que protagonizaron hace cosa de un año Isidre Guinjoan y Andreu Giménez, los dos candidatos a la presidencia del Ploms, ofrecieron rasgos de esperanza. No se alteró la paz social, a pesar de que Guinjoan salió vencedor sin una mayoría aplastante. En realidad tres votos marcaron el éxito de Guinjoan y esa directiva con aires de cambio. Desde entonces, el Ploms transita con latidos cada vez más sanos. El futuro se ve con esperanza. Y eso que 2 millones de euros ponían seriamente en peligro la viabilidad de la entidad, que llegó a rozar la quiebra.

Los ideales de Guinjoan y sus colaboradores caminaron hacia una profesionalización de la entidad. 50 trabajadores siguen ejerciendo sus cargos en esas instalaciones con 44.000 metros cuadrados de espacio para la actividad deportiva. A los pocos días de la toma de poder, el presidente nombró a Àlfred Pitarch como gerente. Luego, dos chicas con titulación y capacidad para el mando se hicieron cargo de las direcciones técnicas. Erica Espejo, para la prestigiosa sección de natación, e Idaura Juncosa para el resto de deportes albinegros. El cometido mantenía una seña de identidad casi innegociable; la potenciación del deporte base. Hacia ese destino se han dirigido los esfuerzos.

El caso Viding

Los dirigentes tramitan con distintas entidades financieras el plan de viabilidad económica, que podría anunciarse el próximo mes de marzo a los socios. La estrategia pasa por alargar el plazo del financiamiento de la deuda a 15 o 20 años. La otra opción que se barajó para saldar el problema económico tenía que ver con el proyecto que presentó la directiva de Giménez, la cesión de 2.400 metros cuadrados del club a la empresa Viding, que pretendía la construcción y la explotación de un nuevo gimnasio, a cambio de 1,8 millones de euros. Guinjoan ha confirmado al Diari que «ha sido la misma empresa la que se ha desmarcado del proyecto. Les citamos para el pasado 26 de enero y no se presentaron. No hemos vuelto a saber de ellos». En todo caso, el presidente considera que «con profesionalidad y una buena gestión, el club a día de hoy es totalmente viable». Otro de los grandes problemas que necesitaba afrontar la entidad albinegra era la deuda de 150.000 euros que seguía vigente con algunos trabajadores. Según Guinjoan «la hemos reducido y sólo nos quedan unos 50.000 euros por abonar». Se ha logrado la paz laboral, cuando el clima parecía irrespirable. «Hemos traído una cara amable al club. Hemos huido de limpias de personal y hemos sido comprensivos».

La masa social plomista ha premiado las buenas intenciones del nuevo proyecto. En un año, el club ha sumado 600 nuevos abonados a su propuesta. Hoy, el Reus Ploms alcanza los 3.000 socios, una cifra aceptable teniendo en cuenta los precedentes en los que habitaba. «Quizás no esperábamos tanta subida, pero sí un crecimiento. Estamos satisfechos», finaliza el presidente reusense.

En todo caso, las señales de optimismo que se desprenden en este arranque de mandato deben consolidarse en un futuro no demasiado lejano. Éste pretende encontrar la estabilidad definitiva y la tranquilidad económica, con la confirmación del plan por el que lucha el equipo de dirigentes, que sienten a su club latir de nuevo.

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