Óscar Sanz se estrena como goleador del primer equipo

El mediocentro de Sant Sadurní ha dado un paso al frente y se ha convertido en titular para Dani Vidal. En Sestao anotó su primer gol con la camiseta del Nàstic

19 febrero 2024 19:08 | Actualizado a 20 febrero 2024 07:00
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El Sestao se las prometió felices con ese 1-0. Pero el Nàstic llega a este tramo de la temporada de bajada. Con el impulso de nueve jornadas sin perder, sacó petróleo de un centro al área. Un envío largo de Parra que precisó de tres toques de cabeza para acabar en la red. El último golpeo fue de Óscar Sanz. El héroe en la agonía. Un protagonismo merecido para alguien que ha pasado de tirarse seis jornadas seguidas en el banquillo, sin oler balón, a convertirse en uno de los titulares fijos para el técnico Dani Vidal.

La celebración de Óscar Sanz de su primer gol oficial con el primer equipo del Nàstic no tuvo desperdicio. El destino quiso que anotara en la portería tras la que se ubicaban los aficionados tarraconenses desplazados a Euskadi. Tuvo fácil encontrar la complicidad en la grada de Las Llanas. Por si fuera poco, le puso más emotividad con un beso al escudo. Un gesto que acabó de derretir el corazón de la hinchada del Nàstic. Un gesto de fuerza, abrazo con sus compañeros y corriendo al centro del campo. El hambre del equipo pedía seguir a por la victoria. La voluntad no fue suficiente. Se quedó en un reparto justo de puntos.

Sanz regresó a Tarragona para cumplir con los pronósticos que le acompañaron durante buen parte de su etapa juvenil en el Nàstic. Todos le apuntaban como uno de los jugadores de futuro en el primer equipo. Llegó al vestuario del Nou Estadi en tiempos convulsos. No se entendió con Toni Seligrat, entonces entrenador del Nàstic y acabó por abrirse camino en otros lares. Primero en el Ebro y después en Unionistas, donde se consolidó como un futbolista determinante en el medio del campo.

La competencia con Borja Martínez, Marc Montalvo y Gorostidi le dejó como cuarto mediocentro del Nàstic a su vuelta a ‘casa’. Tuvo su momento ante el Teruel (0-1) y contra el Sabadell (2-0), pero Montalvo y Borja estaban por delante. Le costó varias jornadas volver a entrar en el campo. Hasta que en Las Gaunas cogió la confianza. Se soltó. Dio un paso al frente y consiguió ganarse la continuidad. Aportando equilibrio y ganando duelos en momentos clave. Sin miedo tampoco a proponerse como alternativa a la salida en largo de balón. Ha conseguido que no le queme el esférico y a escoger el pase seguro. Sin renunciar tampoco al riesgo comedido. Una versión que encaja con la identidad que ha impuesto al equipo Dani Vidal.

El futbolista, formado en la cantera tarraconense, se ha asentado en el doble pivote y no parece dispuesto a ceder su sitio. Por fin está donde quería. En el punto con el que soñaba mientras crecía en el anexo, a la sombra del Nou Estadi. Un estadio que ahora espera poderlo disfrutar de varias temporadas. Tiene un año más de contrato y el club espera poder renovarle. Eso sí, ahora, a precio de titular.

Celebró el tanto delante de la afición grana desplazada a Sestao
con un beso al escudo
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