Mireia Belmonte se resarció de las malas sensaciones (y resultados, peores de los esperados) del sábado para sumar su primer oro en los Juegos Mediterráneos. Lo hizo en los 200 metros estilos con un tiempo de 2:11.66, superando a la turca Viktoria Gunes (2:13.19) y a la italiana Anna Pirovano (2:13.21).
La nadadora catalana ha reconocido sentirse mejor que la jornada del sábado, cuando sólo sumo una plata en 80 m. libres. “Ha sido una buena carrera. No estoy al máximo nivel y no me encuentro bien, pero esta victoria me ha servido para confiar más”, ha señalado Belmonte.
Ni ella ni su entrenador pueden explicar qué sucede. “Sólo sé que tengo vértigos y mareos y que cuando estoy en el agua pierdo la fuerza. Ayer (el sábado) estaba agotada desde los 800 m.”.
Después de los resultados de la jornada del sábado se rumoreó que Mireia Belmonte podría abandonar la competición. Nada más lejos de la realidad. Belmonte quiere “aguantar hasta el final” porque es en casa, ante su gente.
La medalla de oro sirvió para rebajar la preocupación de la nadadora española respecto a las malas sensaciones del sábado: “Ayer estaba muy preocupada porque nadaba sin saber dónde estaba y me guiaba por el sol”.
