Construcción e inmobiliaria: Razonablemente buenos tiempos

«El mercado residencial goza de buena salud aunque en el futuro deberá promo-ver más para alquilar que para vender»

02 junio 2021 11:15 | Actualizado a 12 julio 2021 17:46
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Al grano: en mi opinión, el futuro del sector inmobiliario «en general» presenta más motivos para el optimismo que para la preocupación.

Sin embargo, no todos los subsectores del inmobiliario presentarán el mismo nivel de oportunidades ni de dificultades.

Los dos subsectores más perjudicados por la pandemia han sido el de los hoteles y el del retail (locales y centros comerciales) y a ambos aún les esperan unos meses duros por delante, especialmente al retail.  Los hoteles turísticos a partir de este verano empezarán a recuperar la demanda y a partir de 2022 creo que volverán a ser lo que eran: un muy buen producto inmobiliario. Distinto será, creo, el caso de los hoteles «urbanos de negocios» en la medida que la pandemia ha evidenciado que algunos viajes para mantener reuniones son sustituibles por «reuniones virtuales» vía pantalla de ordenador.

El subsector del retail es sin duda el que más interrogantes presenta de cara al futuro en la medida que la pandemia ha fomentado el recurso del shop on line.  Es de esperar que en 5-10 años el 30-35-40% de las ventas al detall se hagan vía ordenador.  La consecuencia será que las marcas de gran consumo requerirán menos locales y de menor tamaño.

El reverso de la moneda del retail es el subsector logístico.  Cuantas más ventas on-line, más necesidad de servicios de logística tanto de gran formato (naves de 10.000 a 50.000 m2) como de pequeño (de 1.000 a 4.000 m2) para los servicios de «ultima milla» (entrega casi-inmediata de productos al comprador on-line).

Otro tipo de «almacén muy especial» que tendrá un gran futuro será el de «almacenes de datos, los Data Centers, espacios singulares que albergarán, con grandes medidas de seguridad de todo tipo, mega-ordenadores/servidores.

En cuanto al subsector del residencial se ha evidenciado durante la pandemia que goza de buena salud y que la crisis de 2008 sirvió para que tanto las entidades financieras como los promotores aprendieran a evitar riesgos desmedidos y por consiguiente han superado sin problema estos últimos meses.  Y de cara al futuro lo que probablemente deberán hacer es más «promover para alquilar» que para vender.  Las nuevas generaciones parecen más inclinadas a alquilar que a comprar aunque, sin duda, la compraventa residencial seguirá teniendo un volumen superior respecto al alquiler.
Por lo que respecta a las oficinas, el «teletrabajo» no ha venido para quedarse. Sí habrá algo de teletrabajo en algunos sectores (principalmente en administraciones públicas) pero en absoluto habrá «una revolución» en el modo de trabajar y, por tanto, la demanda de oficinas en el futuro no creo que disminuya. Sí se requerirán, no obstante, oficinas más amplias, más saludables.

Y, por último, habrá buenas oportunidades en el segmento de las reformas/rehabilitación.  Parte de los fondos europeos para la recuperación serán para la rehabilitación y adecuación/mejora energética de edificios. 

En resumen, los nuevos tiempos traerán algunos cambios en la demanda de activos del sector inmobiliario pero, en general, su futuro es para sentirse optimista.

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