Las empresas y el medioambiente: no más ‘incrementalismo’

26 octubre 2022 13:39 | Actualizado a 26 octubre 2022 13:51
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Este verano no ha dado tregua a los fenómenos meteorológicos extremos; temperaturas elevadas durante periodos prolongados, combinado con lluvias intensas y granizo. El cambio ha producido sequías, incendios, cosechas perdidas o deshielos como en los Alpes. El cambio climático es, seguramente, el límite planetario que más se empieza a observar y considerar.

Sin embargo, de acuerdo con el Stockholm Resilience Center hay ocho límites adicionales que hay que tomar en consideración porque acercarnos a dichos límites desencadena procesos naturales en cascada que son difíciles de prever y gestionar por sus efectos de retroalimentación.

El cambio climático es, seguramente, el límite planetario que más se empieza a observar y considerar

Los actores (legislativos, financieros, corporativos) más realistas hacen mención del modelo de límites planetarios al contextualizar las acciones medioambientales que urge tomar en los diferentes horizontes (2025, 2030, 2050).

Si bajamos al terreno privado es esperanzador observar que las empresas que buscan el cambio genuino crecen de forma exponencial. Son muchas ya las que entienden que nuestro presupuesto de carbono se está derrochando en muy poco tiempo y que buscan captar más de lo que emiten dentro de su cadena de suministro.

Se buscan soluciones al plástico, entendiendo que los micro y nano plásticos asociados a los ocho millones de toneladas de plástico que anualmente acaban en los océanos afectan directamente a nuestra salud. Hay organizaciones que buscan regenerar suelos -cada año se deforesta una superficie del tamaño de Portugal- entendiendo que las prácticas actuales de tala y uso de fertilizantes químicos no garantizan la provisión de alimentos ni la capacidad de la tierra de asimilar nuestras emisiones. Otras fomentan la biodiversidad, asumiendo que no podemos seguir extinguiendo 200 especies al día. Y así podríamos poner más ejemplos.

Junto a la Dra. Knight hemos publicado recientemente los resultados de un estudio sobre empresas exitosas con cambios medioambientales genuinos en la revista Business Strategy and the Environment. Éstas tienen en común que internalizan los impactos sociales y medioambientales de sus actividades económicas. Entienden que, en su gestión de la triple cuenta, lo primero es asegurar la financiera, es decir tener viabilidad.

Si bajamos al terreno privado es esperanzador observar que las empresas que buscan el cambio genuino crecen de forma exponencial

Tratan de tener cuentas medioambientales y sociales no negativas, ampliando el alcance de sus análisis de su propia organización a toda la cadena de suministro. El cambio de paradigma reside en que no intercambian impactos entre las tres cuentas; no maximizan su cuenta financiera a coste de las cuentas medioambientales y sociales y maximizan sus cuentas medioambientales y sociales una vez se haya garantizado la viabilidad financiera. En definitiva, abrazan el multicapitalismo; no empujan el crecimiento de capital financiero a coste de todo lo demás.

Solo dejando atrás el pensamiento miope e incremental para dar lugar al sistémico y transformacional, las empresas pueden rediseñar valor para un cliente cada vez mejor informado y cada vez más afectado por el acercamiento a los límites planetarios.

Las reglas de juego para que las empresas mantengan su legitimidad y cuenten con la legitimidad social para operar están cambiando a gran velocidad. El pensamiento sistémico permite regenerar las cadenas de suministro en que están operando y convertirse en líderes de una transformación profunda y necesaria.

Desirée Knoppen, profesora y directora del departamento de Marketing, Operaciones & Supply de EADA, Business School

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