Me voy unos días de vacaciones con la esperanza de que mientras tanto se aclare el panorama político. Lo último es que Junqueras ofrece a Mas gobernar aunque pierda, pero siempre que haya listas separadas, es decir que se sepa quién gana. A Junqueras le da igual estar en el gobierno o en la oposición, pues se acostumbró a estar en los dos lugares a la vez.
El conflicto de la lista única o variadas ha provocado cierta crisis en el seno de la ANC porque Carme Forcadell apostó por la idea de Mas cuando en el seno de la Asamblea hay muchos que apuestan por la fórmula Junqueras. Así las cosas a Forcadell le queda convidar a Mas y Junqueras a una comida en el Delta, pero reservando mesa con precauciones, no sea que Duran pida una mesa vecina, o la Camacho haya puesto un florero.
Con todo, una comida navideña Mas-Junqueras es tan improbable como unas vacaciones de Pilar Rahola en Qatar.