El ascenso global de las autocracias, la pandemia, las noticias falsas (fake news), la guerra de Putin contra Ucrania: ante estas amenazas, la democracia debería ser más resistente. Para que la democracia sea más sólida, también debe ser más equitativa, con una amplia participación de todas las minorías en los procesos políticos.
«La guerra de Rusia contra Ucrania es una guerra contra todas las democracias de Europa» y «La resistencia es fundamental para la democracia en sí», fueron las frases clave que se repitieron, constantemente, en la reciente Conferencia Internacional de Reconstrucción de Ucrania celebrada en Lugano, en el sur de Suiza. Las reiteraron en repetidas ocasiones, por ejemplo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Ruslan Stefanchuk, presidente del Parlamento de Ucrania e Irene Kalin, presidenta del parlamento suizo.
Quienes niegan el acceso a los derechos políticos a grupos como las mujeres, los jóvenes de 16 y 17 años o las personas con discapacidad, se privan de otras perspectivas
Definir esta cuestión de quién puede participar políticamente en una democracia y quién está excluido de los derechos políticos es, en mi opinión, absolutamente fundamental. La inclusión integral desempeña un papel fundamental, en un intento de fortalecer la democracia desde dentro. Quienes niegan el acceso a los derechos políticos a grupos como las mujeres, los jóvenes de 16 y 17 años o las personas con discapacidad se privan de otras perspectivas. Desde un punto de vista democrático, se le está negando algo.
La base de este algo es la diversidad. Es básicamente la gran ley no escrita de la democracia, que se apoya en la diversidad y polifonía de opiniones de los ciudadanos. En los negocios, la diversidad es algo que la mayoría de las empresas consideran un activo. Para tener éxito, las empresas dependen de toda su plantilla. La diversidad en términos de edad, nivel educativo, identidad, valores, lenguas y culturas se considera una ventaja para desarrollar y mejorar las estrategias, los productos y el ambiente de trabajo, pero también para reducir los errores y los riesgos. El director general que reina como un lobo solitario sobre su empresa ha pasado de moda. Volviendo a la política, el uso inteligente de la diversidad como recurso aparece como el significado y propósito primordial de la democracia.
La inclusión en los procesos políticos está vinculada al concepto de libertad. Debemos interponer la libertad de defender nuestros privilegios a la libertad de todos
La guerra de Putin contra su vecina Ucrania es, probablemente, el resultado de haber destruido prácticamente el potencial discursivo de los argumentos, tanto en el Kremlin como en toda Rusia. Ha silenciado las voces críticas de políticos, activistas y medios de comunicación con persecuciones, campos de prisioneros, multas y prohibiciones. Putin es el autócrata que puede enviar a decenas de miles de personas a la guerra con una sola orden y hacer que el resto del mundo tiemble ante él. Si en un extremo de la democracia hubiera una inclusión profunda, en el otro extremo habría un gobierno totalitario, una dictadura, que llevaría a la sociedad a su destrucción.
Pero el mundo no es blanco o negro. La inclusión, que es el más democrático de los principios democráticos, lo tiene difícil en muchos países, incluso en las democracias consideradas modelo. Las personas con privilegios deben estar dispuestas a compartir sus recursos, para permitir la inclusión de nuevos grupos de población. La inclusión en los procesos políticos está vinculada al concepto de libertad. Debemos interponer la libertad de defender nuestros privilegios a la libertad de todos.
