Aunque no aparezca marcado en rojo en el calendario –alguien debería hacérselo mirar–, hoy es un día de fiesta. De fiesta grande. Sant Jordi volverá a llenar las calles de nuestras principales ciudades de gentes ávidas que hurgarán entre los miles de ejemplares que las librerías sacan a la calle en busca de ese libro que se convierta en el regalo perfecto. Porque es, sobre todo, el día del libro, algo que ya de por sí merece una gran celebración.
Es, además, una de las fiestas más entrañables, un día en el que aún se mantiene esa bonita costumbre de regalar libros y rosas, aunque afortunadamente la evolución ha conseguido que los libros no sean solo para ellos ni las rosas solo para ellas, un canto a la normalidad si tenemos en cuenta que según todos los estudios en este país son las mujeres las que más leen. Sí, es la fiesta del libro y la rosa y, por ende, del amor, mucho más, de hecho, que el día de San Valentín.
Celebren esta fiesta, pues, como se merece, con un buen libro –o dos, o tres...– y regalando rosas a sus seres queridos. Salgan de casa, acudan a los stands de las librerías, hablen con los autores y llenen la calle de alegría. Esta preciosa tradición bien lo merece. Ojalá el clima se muestre respetuoso y se sume a la fiesta. ¡Feliz Sant Jordi!
