Clases en pijama y ‘online’

Crónica. El confinamiento se sobrelleva mejor este curso, gracias a que los alumnos de sexto del Pax tienen ordenador prestado para hacer las clases en casa

02 diciembre 2021 12:50 | Actualizado a 02 diciembre 2021 13:18
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El jueves día 25, a la hora de comer, la APP de comunicación entre la escuela Pax y los padres informaba de «que se había detectado un caso positivo de Covid-19 en el aula de sexto». La escuela explicaba que había seguido el protocolo informando al Departament de Salut y al Servei de Vigilància Epidemiològic y que pasáramos a recoger a nuestros hijos a las 15.30 horas. Mientras, ellos comían en una sala apartada.

Durante una semana, que termina mañana, el grupo quedaba oficialmente confinado. La otra clase de sexto ya lo estaba desde hacía un par de días y la escuela activaba el plan B para que los alumnos que terminan este año primaria no perdieran las clases.

En el Pax se les había entregado en los primeros compases de este curso un ordenador para cada alumno para hacer deberes y algunas asignaturas de forma virtual. Aquel ordenador se ha convertido estos días en la ventana educativa para seguir las clases de forma telemática. Otra cosa es que uno pueda ponerse cómodo en zapatillas y pijama cuando el dormitorio es ahora parcialmente una extensión del aula.

La profesora convocó a los padres el lunes y nos explicó que trabajarían durante el confinamiento: las clases empezarían a las nueve. Nada de dormirse hasta las tantas. Las asignaturas se impartirían hasta la hora de comer (con 30 minutos de ‘patio’ que se ha convertido en un encuentro virtual) y propuestas más plásticas y sin necesidad de ordenador por la tarde.

Esta libertad por las tardes en nuestra casa se ha convertido en un triángulo virtual que pasa de la tablet a la tele, y de ésta al ordenador, y vuelta empezar. Y cualquier intento de apagar uno de los aparatos... discusión asegurada.

Esta semana a los alumnos confinados se les ha practicado una PCR, permitiendo de forma puntual salir de sus casas. El resultado de las pruebas se conoció a las 24 horas, con permiso del colapso de la APP La Meva Salut. El grupo de Whatsapp empezó a reflejar alivio. La profesora, sin embargo, no ha tenido necesidad de hacerse una PCR. Ella ha continuado en el centro todos los días, al igual que los hermanos de los confinados que sin síntomas evidentes han podido seguir las clases presenciales en su respectivo curso.

El virus en nuestro caso no se ha propagado y el positivo sigue siendo el mismo. Mañana, todos vuelven al aula. Ganas de ver presencialmente a los amigos y retomar el contacto físico impedido durante una semana.

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