Corrían los años 90 y a Guillermo Bosch y su mujer Ana, dedicados en ese momento al sector de la moda les empezó a rondar una idea por la cabeza: «¿porqué no traer a Barcelona ese café tan bueno que tomamos en nuestros viajes por trabajo a Italia?» Dicho y hecho: la pareja buscó los mejores productores de café y empezó su andadura en, por aquel entonces, el desconocido mundo del café de especialidad.
«El reto fue encontrar un buen producto, que en ese escenario era más complicado», cuenta Guillermo, fundador de Central Café. «Viajamos varias veces a Centroamérica para ver plantaciones de café y fuimos conscientes de cómo trabajan las familias». Esa realidad impactó tanto en su vida que cuando finalmente encontró al productor de su café, en Colombia, quiso dar un giro a la oferta: «palpamos lo dura que es su labor porque al ser café de altura implica pasar más calor y más frío, mayores inclemencias e incomodidad para trabajar... así que pactamos un incremento del precio que pagábamos por kilo de café, pero que fuese íntegro a su sueldo», relata.
Central Café ofrece su café de especialidad único y una interesante y completa oferta gastronómica muy saludable
En Central Café no hablamos sólo de un café de especialidad, si no que también tenemos una taza de café honesto, sostenible, con valores y comprometido con el proceso de elaboración y con todos sus implicados.
Tras el café y su primer establecimiento, abierto en Barcelona, llegó la oferta gastronómica: «arrancamos con un sándwich de jamón y queso, los ahora conocidos como ‘bikinis’, fuimos los primeros en elaborarlo s con un pan espectacular. A día de hoy, mantenemos el mismo obrador», explica su fundador.
Después llegaron otras propuestas, basadas en lo que aprendían en sus viajes, y es que el espíritu cosmopolita es parte indisoluble de su filosofía. La carta, que varía de invierno a verano y que también podemos comer en casa a través de Glovo, se complementa además, con unas saludables ensaladas, agradables sopas y energéticos bowls. Una clara apuesta por «la comida alternativa urbana, con servicio ágil, pero healthy».
La pareja impregnó de sus ideales a sus dos hijas, Bárbara y Olivia, que mantienen la saga familiar, dotándola de una mayor, aún si cabe, apuesta por la sostenibilidad, «el fast good, una honestidad en los productos y precios y un back to basics, que se adapte a las necesidades de los clientes», explica Bárbara. La familia se asentó en Tarragona en 2020 y acaba de abrir un local con cocina nonstop de lunes a viernes de 9 a 17h.«Nosotros aportamos una serie de valores y una trayectoria, que quien nos conoce, detecta en muy poco tiempo», destaca su fundador.
Otra muestra más de su carácter cosmopolita es que también podemos encontrar a Central Café los aeropuertos de Barcelona, Madrid, Alicante y Málaga, «fue una apuesta específica de Aena para poder ofrecer una propuesta de calidad en los aeropuertos y dar a conocer mejor la gastronomía urbana en todo el mundo», sentencia Guillermo.
Puedes seguir a café Central a través de Instagram en el perfil @centralcafebarcelona y en la web www.centralcafe.es
