Este coche huele a marihuana

Dos agentes de paisano de la Guàrdia Urbana notaron que un coche que les había pasado por delante desprendía un fuerte olor a droga. Una vez parado encontraron más de 100 gramos

19 mayo 2017 17:58 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:20
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El olfato –en el sentido literal de la palabra– de dos agentes de la Guàrdia Urbana permitió la detención de un conductor que llevaba más de cien gramos de marihuana en el interior de su vehículo, presumiblemente para su venta a terceras personas, según fuentes policiales.

Los hechos se remontan a las ocho y media de la noche del pasado miércoles. Dos agentes de paisano de la Unitat de Delinqüència Urbana (UDU) se encontraban de servicio en la Plaça de la Pagesia, en la zona de entrada al párking Jaume I. Vieron que pasaba un turismo Fiat Panda ocupado por dos jóvenes. El coche desprendía un fuerte olor que todo hacía indicar que era marihuana.

Los guardias siguieron al vehículo sospechoso, a la vez que solicitaban la presencia de un vehículo logotipado, que finalmente paró al Seat Panda en el Pla de Palau. Durante el registro, al copiloto se le encontró una bolsa con marihuana, por lo que acabó denunciado por infracción de las ordenanzas municipales.

Por su parte, durante el registro del vehículo, debajo del asiento del conductor, se encontró una bolsa transparente también con marihuana. Cuando los agentes preguntaron de quién era, el conductor contestó que suya. Los guardias llevaron la marihuana a pesar a una farmacia cercana, dando 106,288 gramos. Ante la posibilidad de que dicha droga fuese para su venta a terceras personas, los agentes detuvieron al conductor, Marc C.C., de 23 años y vecino de Tarragona. Está acusado de un delito contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes.

Con el jamón no se juega

Por otra parte, la Guàrdia Urbana abrió diligencias penales contra un hombre acusado de haber sustraído seis envases de jamón salado del interior de un establecimiento comercial situado en Les Gavarres. El acusado, un hombre de nacionalidad española de 39 años y vecino de Tarragona, pasó por la línea de caja sin pagar dicho producto y saltó el dispositivo de alarmas. El vigilante de seguridad apuntó que el importe del producto es de 112,7 euros y que no había sufrido ningún desperfecto, por lo que podía volverse a poner a la venta.

 

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