La Floresta: casi diez años sin luz en el acceso al barrio

Los vecinos protagonizaron este jueves una cadena humana para reivindicar que se pongan en marcha las quince farolas que van desde la carretera T-11 hasta el campo de fútbol del barrio

05 abril 2019 07:25 | Actualizado a 05 abril 2019 08:02
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Cerca de un centenar de vecinos de La Floresta protagonizaron este jueves una cadena humana en la entrada del barrio. Una imagen poco habitual en la zona. El motivo es una histórica reivindicación vecinal. «Queremos que, de una vez por todas, se pongan en marcha las farolas que iluminen el acceso a La Floresta», decía el presidente de la asociación de vecinos, Miguel Ángel Cruz. La concentración llamaba la atención porque los asistentes encendieron las luces de sus móviles, e incluso algunos iban con linternas. 

El barrio lleva casi diez años sin luz. Las quince farolas que van desde la carretera T-11 hasta el campo de fútbol de La Floresta no funcionan, lo que provoca cierta inseguridad para los vecinos. El problema es que la vía en cuestión es propiedad del Ministerio de Fomento y, por lo tanto, las farolas también. El Ayuntamiento llegó a un acuerdo con la administración central para asumir el tema de la iluminación. Para ello era necesario un convenio de cesión del tramo. Todo estaba casi listo, cuando el acuerdo pasó a manos del Departament de Territori del Ayuntamiento, que espera la cesión total de la carretera. No todo era tan fácil. Fuentes municipales reconocían hace unas semanas que la puesta en marcha de las farolas se retrasará más de lo previsto. 

«La boca del lobo»
La cita era las ocho y media de la tarde en la explanada del campo de fútbol. Los vecinos esperaron a que se hiciera de noche para empezar la cadena humana iluminada. «Ya no sabemos qué hacer. Hemos hablado con muchos responsables políticos y nadie nos ha dado solución», asegura Cruz, quien explica que cada vez hay más coches en el barrio y se ven obligados a aparcar en la explanada. «Pero da miedo. Hay robos y, a oscuras, es muy fácil que nos pase algo a los vecinos. Incluso ha habido algún cristal de coche roto», relata el presidente. 

Por su parte, una de las vecinas asistentes a la cadena humana, Cristina Martínez, asegura que la oscuridad supone un peligro real para los niños y jóvenes que van a entrenar a fútbol. «Da miedo cruzar. No hay luz suficiente y los coches que pasan por aquí no ven el paso de peatones. Hemos tenido más de un susto», explica Martínez, quien añade que «cuando entras al barrio parece la boca del lobo. Tenemos suerte de la luz del campo de fútbol». 

El presidente de la entidad vecinal asegura que llegarán hasta el final y «si es necesario cortaremos la carretera T-11 para que nos escuchen». Cruz explica que «los políticos tienen voluntad, pero nadie nos da solución». El barrio lleva casi 10 años sin luz.

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