Dicen que no hay mal que por bien no venga. Pues ayer, cuando las congregaciones de Sant Magí Màrtir, La Salle y el Descendiment tenían que salir en Vía Crucis procesional por las calles de la Part Alta, la lluvia irrumpió y les hizo cambiar los planes del Dilluns Sant. Sin procesión en el exterior, los fieles se quedaron en la pequeña ermita de Sant Magí en el Portal del Carro, con una representación modesta de lo que hubieran sido las calles pero que consiguió sacar toda la emoción y atención de un acto tan intenso. Los feligreses rogaron, todavía así, por el retorno de la lluvia y el fin de la sequía.
A las 19h se celebró la eucaristía en la ermita, que fue seguida por el Vía Crucis interno. La organización anunció poco antes la suspensión del acto procesional por las calles de la Part Alta, que habría dado la vuelta a la Catedral desde el Portal del Carro. La causa, la lluvia que haría imposible el Vía Crucis. A cambio, la misa se celebró en el interior de la iglesia en acabar la eucaristía.
Con la presencia unas sesenta personas, muchos menos fieles que si lo hubieran hecho en las calles, el mosén y los feligreses recitaron las catorce estaciones de la Pasión de Jesús bajo un ambiente de emoción y recogimiento proporcionado por la propia iglesia. Rogaron, entre otros, por los difuntos, las mujeres maltratadas y el papa de Roma. Fuera se quedaron algunos más, entre los turistas que no querían perderse el acto sacramental.
«Gracias a la aparición de la hermana lluvia, a la que le pido que siga apareciendo porque la necesitamos, que nos ha permitido hacer una plegaria diferente», agradecía el mosén al acabar la misa.
«Gracias a la aparición de la lluvia, que pido que siga apareciendo», oraba el mosén
La Confraria de Sant Magí Màrtir de Barcelona venía expresamente para el Vía Crucis. Joan Rossell, su presidente, se mostraba emocionado al terminar el acto interior y relativizaba las consecuencias de la lluvia. «Hemos podido seguir con más atención la plegaria y no se ha desmerecido nada, la lluvia está por delante», afirmaba Rossell, sonriendo. Ahora, los de Sant Magí Màrtir no volverán a salir hasta el Divendres Sant en la procesión del Sant Enterrament, que esperan «con total normalidad y que la lluvia salga solo por la noche». Pues bienvenida y bendecida la lluvia que cae en tiempos de sequía.
Mirando al cielo por el tiempo
Después del Dilluns Sant pasado por agua, la Setmana Santa encara el resto de días con la mirada al cielo, esperando que el tiempo respete por lo menos los actos exteriores más intensos y sentidos de estos días. Hoy, Dimarts Sant, será el turno dels Natzarens. A partir de las 19h, en la Església de Sant Francesc, celebrarán la misa y el Vía Crucis por los feligreses fallecidos el último año, mientras que a las 20h será el turno de la Professó dels Natzarens.
La procesión, que tendrá inicio y final en Sant Francesc, recorrerá las calles de la Part Alta con los tres pasos de la Germandat: el Cirineu, Jesús de Natzarè y Jesús és despullat de les seves vestidures. Será el último antes de empezar, mañana, las procesiones más multitudinarias.
Después del Dilluns Sant pasado por agua, la Setmana Santa encara el resto de días con la mirada al cielo, esperando que el tiempo respete por lo menos los actos exteriores más intensos y sentidos de estos días. Hoy, Dimarts Sant, será el turno dels Natzarens. A partir de las 19h, en la Església de Sant Francesc, celebrarán la misa y el Vía Crucis por los feligreses fallecidos el último año, mientras que a las 20h será el turno de la Professó dels Natzarens.
La procesión, que tendrá inicio y final en Sant Francesc, recorrerá las calles de la Part Alta con los tres pasos de la Germandat: el Cirineu, Jesús de Natzarè y Jesús és despullat de les seves vestidures. Será el último antes de empezar, mañana, las procesiones más multitudinarias.
