La nueva estación de alta velocidad de Tarragona, en el sur de la Horta Gran

Otro de los retos que marcará esta hoja de ruta en materia de infraestructuras es la cobertura de la A-7, a su paso por la ciudad, lo que debe propiciar su transformación en una ronda

03 febrero 2024 18:21 | Actualizado a 05 febrero 2024 07:00
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Tarragona es la única capital catalana sin una estación de alta velocidad en el centro de la ciudad. Y aunque este no es un proyecto que vaya a abordarse de forma inmediata, el futuro POUM debe prever las reservas de suelo para que pueda empezar a trabajarse para poner fin este agravio y que los trenes de altas prestaciones también puedan llegar a la capital del sur de Catalunya.

Al respecto, la propuesta de plan que está trabajando el Gobierno municipal sitúa la futura estación de Tarragona en la zona de la Horta Gran. La opción va en la línea de la alternativa que ya se planteó en el POUM de 2013, aunque en este caso el ejecutivo de Rubén Viñuales se decanta por desplazar la nueva terminal a la parte sur, en los terrenos entre la A-27, la N-340 y la T-11.

Rótula entre el centro y Ponent

Es la parte de atrás del Tritón, un sector que jugará una importante función de rótula en el nuevo planteamiento, teniendo en cuenta la apuesta por potenciar todo el entorno del río como el nuevo epicentro que conectará los barrios de Ponent con el centro. «El Francolí debe convertirse en el punto de unión de la ciudad real, por lo que el hecho de tener una estación a su alrededor favorecerá este papel», argumenta el concejal de Urbanisme del Ayuntamiento de Tarragona, Nacho García.

Se prevé generar un nuevo sector residencial con un parque inundable

El documento en el que se está trabajando dibuja en este entorno un nuevo sector de crecimiento urbanístico, con un nuevo barrio y zonas verdes. El proyecto estará condicionado por la presencia del Riu Clar, con una inundabilidad. Este obstáculo quiere resolverse generando un gran parque, de forma que «cuando lleve se inunde y después, cuando baje el nivel del agua, sea una zona verde», indica el edil socialista.

Descartada la opción de la Imperial

En cuanto a la estación, esta se ubicaría en la parte que queda debajo de la A-27, una apuesta que, por otro lado, persigue mejorar la «permeabilidad» de la autovía que enlaza el puerto con el interior.

También se mantendrá la estación actual para las Rodalies y el tranvía

El Gobierno municipal se decanta por la opción de la Horta Gran y entierra la posibilidad de acercar la terminal hacia la zona de la Imperial Tarraco, como se ha apuntado en algún momento. «Apostamos por una propuesta más realista», afirma al respecto el responsable de Urbanisme. Asimismo, García defiende que esta apuesta no significará «perder» la estación actual de trenes en la zona de la Part Baixa. «Esta podría tener una función más de Rodalies, para el día a día», afirma. De hecho, con los planes vigentes, el papel de esta terminal va a potenciarse, con la llegada del tranvía.

Las vías, por la parte de atrás

Con el emplazamiento de la futura estación decidido, el POUM también tiene que prever el paso de las vías. El avance que había trabajado el anterior Gobierno dibujaba un nuevo ramal paralelo al Francolí, que conectaba con la estación del AVE Camp de Tarragona. En este caso, se también se recupera la propuesta que ya hacía el plan de 2013, en el que la línea discurría por la parte de atrás de la ciudad. «Los planes de la Generalitat ya contemplan que el ferrocarril tiene que pasar por fuera del centro, por lo que tenemos que incluirlo», señala.

$!Se prevé cubrir la A-7 para reducir el efecto trinchera. foto: Marc Bosch

El concejal de Urbanisme se muestra firme. «Esto no significa que cuando aprobemos el POUM el día siguiente ya vayan a entrar las máquinas a trabajar, pero como ciudad debemos saber qué queremos a treinta o cuarenta años vista, porque un plan general no tiene una vigencia de cinco años. Es una visión a largo plazo, pero debemos saber hacia dónde vamos».

La ronda de Tarragona

En materia de infraestructuras hay una segunda apuesta clara, como es la cobertura de la A-7, en su paso por la ciudad. La actuación sigue la filosofía de la ronda de Barcelona, de forma que se busca que esta sea una carretera más permeable, reduciendo el efecto barrera que genera en el tramo entre Tarragona 2 y Joan XXIII.

Una parte de la financiación vendría de cargas urbanísticas a nuevos sectores de crecimiento

«Con el desvío de los camiones por la AP-7 hemos ganado mucho, porque al final la A-7 ya se ha convertido en la ronda de la ciudad, pero nos falta que deje de ser una barrera y que pase a ser una zona de unión», argumenta el cuarto teniente de alcalde. El hecho que la autovía prácticamente pase como en una trinchera, debe facilitar esta cobertura. Asimismo, esta se ve como una oportunidad para mejorar la cohesión entre la Avinguda Catalunya y Sant Pere i Sant Pau. La idea es que esta cubierta sea transitable «más para los peatones que para los coches».

Este es un proyecto que cuando se ponga encima de la mesa tendrá que abordarse junto al Ministerio de Transportes, que es el titular de la vía. No obstante, se plantea la posibilidad que una parte de la financiación pueda vincularse al desarrollo de algún sector de crecimiento.

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