Ha sido un visto y no visto. Ha sido escuchar el mar y la tortuga Aran ha echado a correr en dirección al agua; al punto que a los fotógrafos apenas le ha dado tiempo de capturar el momento.
La escena tenía lugar la tarde de este jueves en la Platja del Miracle y la tortuga en cuestión era la paciente número 27 de entre las rescatadas ese año por la Fundació per a la Conservació i Recuperació d’Animals Marins CRAM.
El animal, de 18 kilogramos de peso, había sido pescado por accidente por un barco de arrastre en La Ràpita el día de San José, el 19 de marzo. Como sucede en estos casos desde la cofradía avisaron al CRAM que fue allí a rescatarla. Es la paciente número 27 de este año.
Explica Javier Lera, coordinador de proyectos del CRAM que en el momento en que capturaron a la tortuga el agua estaba fría, por lo que se encontraba poco activa. Sufrió, sobre todo, un importante cuadro de estrés.
Mientras están en la clínica, explica, la interacción que se tiene con los animales es la mínima indispensable para alimentarlos o curarlos para interferir lo mínimo en su comportamiento.
Compromiso municipal
Pero aunque Aran ha sido la estrella indiscutible, lo cierto es que su liberación ha sido solo el momento culminante de una jornada más amplia. La idea era certificar que el municipio de Tarragona sabe cómo responder en caso de una emergencia relacionada con la fauna marina, desde la nidificación de una tortuga al varamiento de un delfín, por ejemplo.
Y es que Tarragona es uno de los cinco municipios de la demarcación de Tarragona que participa en el proyecto piloto ECOMED junto con l’Ametlla de Mar, Cambrils (donde se liberó una tortuga el miércoles) y Calafell.
Si se encuentra una tortuga marina en la playa hay que llamar al teléfono 112
El proyecto lo lleva adelante el CRAM con el apoyo de los ayuntamientos participantes y la Diputació de Tarragona. Hoy por la mañana, de hecho, se ha realizado una formación en la que participaron trabajadores de distintos ámbitos que trabajan en las playas, como Guàrdia Urbana, servicios de limpieza, socorrismo de Creu Roja, Protección Civil, la consellería de Medi Ambient y el personal de los chiringuitos. La idea, señala Lera, es que todos conozcan los protocolos a poner en marcha.
El CRAM les seguirá asesorando y seguirá haciendo actuaciones, como por ejemplo instalando cartelería en las playas.
El alcalde Rubén Viñuales, quien ha sido el encargado, junto con Carme Ferrer, diputada de Transició Ecològica de la Diputació de Tarragona, de liberar a la tortuga, ha recibido también una bandera que reconoce el compromiso de Tarragona con el proyecto. Viñuales, ha querido compartirlo con toda la ciudadanía, «una ciudadanía sensibilizada que ya está formada para saber actuar en este tipo de situaciones».
Además de la formación para técnicos, ha habido también una jornada en la propia playa para familias en la que, además de recoger residuos (han recolectado dos kilos en 10 minutos pese a que la playa estaba aparentemente limpia) han presenciado un simulacro de rescate de una tortuga. Lera recuerda: cuando se encuentra una tortuga en la playa lo que hay que hacer es llamar al 112 y, en ningún caso, manipularla.