Tarragona volverá a celebrar la verbena de Sant Joan y lo hará en la Plaça Corsini. Así lo confirmó el alcalde de la ciudad, Josep Fèlix Ballesteros, en el marco de la inauguración de este espacio, acto protagonizado por el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar.
El alcalde también habló sobre la vuelta del mercadillo de los martes y los jueves junto al Mercat Central. En este sentido, Ballesteros se mostró rotundo: «Es un tema que no está en discusión. Los marchantes vendrán de nuevo aquí como se comprometieron en su momento. Así nos lo pide la ciudadanía y los comerciantes de cerca del mercado».
Para que el traslado sea efectivo aún falta acabar definitivamente las obras. El Estado ha finalizado su parte. Ahora falta que la administración local asuma los últimos detalles. Y esto supone la instalación de la fuente, de los parterres con magnolias y retirar las casetas que abastecían de electricidad la obra. Con todo, el máximo responsable municipal calcula que «a finales de junio, inicios de julio» podrá procederse al traslado y la Rambla Nova quedará definitivamente libre de las paradas de los marchantes.
Fue una inauguración sin cintas y en la que la nutrida delegación de la administración local y el Ministerio de Fomento pasearon por la plaza antes de atender a los medios de comunicación. Durante su intervención Ballesteros destacó la importancia de una obra que, junto con la reforma del Mercat Central, debe servir de «locomotora» del comercio de proximidad.
Con una inversión total de 399.227,73 euros, la actuación ha consistido en la sustitución del solado y de los elementos de mobiliario urbano existentes, que habían resultado deteriorados por las obras ejecutadas con anterioridad en el edificio del mercado. Fomento, a través del 1,5% Cultural, ha financiado la integridad de una obra que completa la recuperación de un espacio en que se habrán invertido 47 millones de euros. Y, en este sentido, Ballesteros destacó que «ha sido el proyecto que ha supuesto el mayor esfuerzo desde las arcas públicas».
Por su parte, Julio Gómez-Pomar puso en valor la recuperación de este «espacio histórico y artístico» a partir de un programa que ayer mismo abría una nueva convocatoria por un importe máximo de 51 millones de euros.
La guinda del pastel
El séquito oficial aprovechó para pasear por el interior del mercado. No obstante, el proyecto no está completo. Falta la guinda del pastel: el Carrilló con los elementos del Seguici Popular que bailará a ritmo de Amparito Roca todos los días al mediodía.
La concejal de Comerç, Elvira Ferrando, explicó que dos de las seis figuras ya están hechas. «Si seguimos con este ritmo, nos hará mucha ilusión que por Santa Tecla esté hecho». Pese a ello, recordó que son elementos que elabora de forma artesanal el joyero Joan Serramià y que debe tenerse en consideración el esfuerzo y tiempo que esto supone.
El Carrilló lucirá el Àliga, el Lleó, la Negrita, el Gegant Moro, la Geganta Vella y el Nano Capità, el tamaño será de un metro de altura y 35 centímetros de ancho y está previsto que la inversión ascenderá a unos 60.000 euros, según se aseguró en el momento de su presentación.
