«Que alguien te dé su tiempo a cambio de nada emociona»

Acompañamos una tarde a Leonardo y Cosmina, mentor y mentorada del programa ‘Amb tu’ para jóvenes extutelados de la Fundació Quilòmetre Zero

09 octubre 2022 08:37 | Actualizado a 09 octubre 2022 08:39
Se lee en minutos
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

«Que alguien te dé su tiempo a cambio de nada es emocionante. Que alguien, sin más, quiera estar contigo es muy bonito», dice Cosmina Neagu, de 18 años. Espabilada y conversadora, ha encontrado, una semana más, un hueco para quedar con su mentor, Leonardo de Esteban (56 años), médico neumólogo y padre de tres hijos que ya están en la veintena.

Los dos son personas ocupadas, él con su trabajo en el hospital y ella con sus estudios de grado medio de farmacia y trabajo de fines de semana; pero este rato que comparten una tarde es sagrado. Los dos forman parte del programa ‘Amb tu’ de la Fundació Quilòmetre Zero. Es un proyecto para ayudar en la emancipación de jóvenes tutelados y extutelados a través de la mentoría social y de la intervención social y educativa.

En el programa se producen encuentros semanales entre personas voluntarias y jóvenes de entre 17 y 23 años, a la vez cada joven tiene seguimiento técnico por parte de una referente de la entidad. El proyecto fue desarrollado por la entidad Punt de Referencia al final de los años 90 y en Tarragona Quilòmetre Zero lo impulsa desde el año 2018.

Las cosas claras

Basta con escuchar hablar a Cosmina para saber que su camino no ha sido fácil. Nacida en Rumanía, llegó a España con 13 años y después de unos meses con su madre pasó a vivir tutelada en un centro para menores (en su país también había estado en esta situación). «Aquí lo vi como una oportunidad para estudiar y tirar para adelante», explica. Ha hecho cursos de carretillera, de atención sociosanitaria, de restauración... Ahora vive en un piso compartido con soporte educativo en El Vendrell. Se despierta a las 6 para venir a Tarragona, come a las tantas la comida que ella misma se prepara... Pero está satisfecha porque por fin ha podido entrar a estudiar lo que quería y es un paso más en su plan, que pasa por tener un trabajo digno, casa, coche y familia con hijos (esto último, a partir de los 30, aclara).

Para ella contar con alguien como Leonardo le da tranquilidad de contar con las perspectiva de una persona más adulta «porque soy muy nerviosa» y alguien en quien confiar «porque quienes hemos pasado por centros solemos ser muy desconfiados, ¿sabe?».

La asociación busca voluntarios para sus programas con niños y con jóvenes

El día que quedamos con ellos lo hacemos en el parque, pero lo cierto es que a los dos les gustan mucho los museos y las exposiciones de todo tipo, aunque también han ido a algún centro comercial, reconoce él. Aunque la clave siempre son las largas conversaciones que mantienen. Han descubierto que comparten intereses y de vez en cuando Leonardo la ayuda en temas más concretos, como hacer alguna gestión o algún tema de los estudios.

Leonardo cuenta que siempre había tenido interés en participar en algún voluntariado y su condición de padre siempre le había hecho pensar en las circunstancias que pueden pasar los jóvenes tutelados y extudetelados, «en lo fuertes que tienen que hacerse en unas edades que son tan difíciles».

La experiencia (llevan 8 encuentros) está siendo «enriquecedora. Cosmina me cuenta cosas de mundos muy distintos del mío de los que no tengo ni idea», cuenta él.

En el programa ‘Amb tu’ cada pareja crea su propia historia, como Baba, de 19 años, que vino de Gambia hace tres y ahora vive solo en un piso de alquiler en Valls. La ayuda de su mentora, Carme, ha sido crucial en su proceso de emancipación. Ella le ayudó a buscar el piso donde vive y mucha de la gente a la que conoce ha sido gracias a que se la han presentado ella y sus hijos. Su familia, en Gambia, ya la conoce. «Hemos hecho vídeollamada», relata contento.

El poder de los referentes

‘Amb Tu’ es el segundo proyecto de Quilòmetre Zero en el Camp de Tarragona. Antes ya habían podido comprobar lo que supone para los niños contar con un mentor gracias al proyecto Rossinyol.

En este caso la idea es usar la mentoría para mejorar las oportunidades de inclusión, de ocio y culturales de la infancia en transición educativa entre 10 y 15 años. Aquí se producen encuentros semanales entre estudiantes universitarios y de grado superior y niños que cursan entre sexto de primaria y segundo de ESO y comparten actividades de ocio y culturales durante todo un curso escolar. El proyecto nació en Malmoe, Suecia, en los años 90, y se replica en Tarragona a partir de 2014.

Isabel Hao, de 22 años, ha sido mentora de varios niños desde que cumplió los 18 y ahora estudia trabajo social. Cuenta que lo hace porque «de pequeña también me habría gustado tener una referencia así. Nos lo pasamos muy bien. Quedamos para ir a la playa, a la biblioteca, a la bolera... Recuerdo especialmente a una de las niñas que para ella el solo hecho de poder salir por la ciudad ya era todo un triunfo... Muchas veces son actividades que nos parecen sencillas pero a las que algunos niños no tienen acceso», apunta.

Actualmente Quilòmetre Zero está en pleno proceso de búsqueda de voluntarios para sus dos programas.

Comentarios
Multimedia Diari