Seguramente este no será el mandato municipal de la creación del Área Metropolitana de Tarragona, pero de momento tiene todos los visos para convertirse en la legislatura en la que se darán pasos hacia adelante para consolidar una visión territorial, dejando definitivamente atrás las políticas de campanar para apostar en global por la filosofía que ya está en marcha para mancomunar servicios como Sirusa (residuos) o el CAT (agua).
Tras explicar hace meses la poesía y la teoría de la hoja de ruta de lo que debe ser la construcción de la Regió Metropolitana, ayer se escenificó un primer ejemplo de la prosa que será necesaria para empezar a hacer realidad la esperada gobernanza en común: la seguridad digital. Por ello, los ayuntamientos de Tarragona, Reus, Cambrils, Mont-roig del Camp, La Canonja y Constantí –todos con alcaldes del PSC– han acordado impulsar una aplicación móvil compartida de seguridad para «agilizar la comunicación entre la ciudadanía y los cuerpos de seguridad» de estos seis municipios.
La idea se materializará con una APP para dispositivos móviles gratuita y «fácil de utilizar», que «agilice las comunicaciones entre la ciudadanía y los cuerpos de seguridad», y, en definitiva, «que permita ofrecer una respuesta más rápida y eficiente en casos de urgencia», indicó el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales.
El «botón del pánico»
El proyecto, valorado en unos 30.000 euros, quiere seguir el modelo de Cornellà de Llobregat, que desde hace 10 años que dispone de una aplicación que ha crecido hasta los 150.000 usuarios de diferentes municipios del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB).
Así, tras registrarse, el usuario tendrá la posibilidad de activar el «botón del pánico» en caso de que se encuentre en una emergencia, de forma que esto, tras la validación ya realizada inicialmente tras instalar la APP, permitirá a las policías locales de los municipios con esta aplicación poder tener un control exhaustivo del móvil, que será geolocalizado, lo que permitirá activar a la comisaría más cercana, acceder a las cámaras de seguridad de la vía pública y hasta monitorizar el teléfono para tener acceso al micrófono y la cámara.
Una vez validada la apuesta tecnológica y por la seguridad en clave territorial, los representantes de los seis consistorios han acordado encargar a los respectivos equipos técnicos y jurídicos «empezar los trabajos para diseñar y compartir el futuro sistema digital de seguridad», en un plan que aspira a atraer a otros municipios de la Regió. Ayer, por ejemplo, sorprendieron las ausencias de alcaldes estratégicos para la futura Àrea Metropolitana, como pueden ser Pere Segura (Vila-seca) o Dolors Farré (Valls), ambos de Junts per Catalunya, así como del socialista Pere Granados.
Pese a ello, los seis municipios que forman la base de la futura seguridad digital iniciarán ahora los trabajos para el «diseño de la aplicación y el catálogo de funcionalidades, adaptable a las necesidades y particularidades de cada municipio; y que, en todo caso, tendrá que permitir la posibilidad de enviar alarmas en tiempo real a las policías locales», detalló el alcalde de Tarragona.
Por su parte, Manel Muñoz –concejal de Serveis Generals de Reus–, considera que «debe proporcionar más tranquilidad a los vecinos y también debe ser una herramienta muy útil para recabar más información, obtener datos de la ciudadanía para mejorar la seguridad y ganar más eficiencia por parte de las administraciones locales», afirma, mientras que Alfredo Clúa, alcalde de Cambrils, valora la «integración» de una herramienta «que debe ser fundamental para continuar mejorando los servicios». Por su parte, Lucía López –de La Canonja– recalca el valor que la herramienta puede tener también «para los servicios sociales y a las mujeres».
Finalmente, el anfitrión del encuentro, Óscar Sánchez, manifestó la voluntad de «sumar más municipios» del Camp de Tarragona, para una herramienta que calificó de «metropolitana» y que debe servir para muscular la futura Regió de Tarragona.
