Uno de cada cuatro alumnos que comenzará P3 en Tarragona necesitará apoyo educativo

Se ha pasado de detectar un 5% de niños con necesidades específicas hace dos años a un 26% en el curso que arranca el lunes. La mayoría son vulnerables por motivos socioeconómicos

01 septiembre 2022 20:57 | Actualizado a 02 septiembre 2022 12:00
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El curso que arranca el lunes comenzarán a estudiar en las escuelas de la ciudad 1.048 alumnos de P3. De ellos, 277 (el 26,4%) tiene necesidades específicas de apoyo educativo (NESE por las siglas en catalán). De ellos, la gran mayoría, el 22%, tiene necesidades derivadas de situaciones socioeconómicas o socioculturales desfavorecidas. El resto, en torno a un 4,5%, presenta necesidades relacionadas con alguna discapacidad física o intelectual, enfermedad o trastorno. En este último grupo además puede darse el caso de que el alumno también venga de un contexto desfavorecido.

Estas cifras suponen un salto cuantitativo, ya que hace dos cursos solo se detectó a un 5% de alumnos con NESE de cualquier tipo; el año pasado fueron el 12% y este año la cifra supone más del doble. Los datos de detección están por encima de los del conjunto de Catalunya, donde se ha contabilizado un 18%.

Manel Castaño, concejal de educación del Ayuntamiento de Tarragona, explica que llegar a este nivel de detección ha supuesto mucho esfuerzo, «pero todavía no es suficiente».

Técnicos del IMET (Institut Municipal d’Educació de Tarragona) explican que tradicionalmente es más fácil detectar las necesidades educativas que tienen que ver con la diversidad funcional porque a los tres años pediatras y otros profesionales ya han detectado que el niño tiene un determinada condición. En cambio, cuando las necesidades tienen que ver con el contexto en que vive el alumno es mucho más complicado, en especial porque no han entrado todavía al sistema.

En ese sentido, este año se ha incrementado el esfuerzo para detectar a estos alumnos por varias vías. Una de las claves ha sido el contacto con Servicios Sociales para ubicar a todas las familias usuarias que tienen niños nacidos en el año que corresponde comenzar este curso P3.

Han trabajado también en colaboración con las EAP (equipos de asesoría y orientación psicopedagógica) de las escuelas. Si hay un alumno que ya está en el centro y tiene necesidades socioeconómicas, el hermano menor también las tendrá.

Las Llar d’Infants también han contribuido en estas detecciones, así como el Consell Comarcal del Tarragonès, que maneja los datos de alumnos con becas de comedor. Entre los datos de distintas fuentes se consiguió una detección récord de situaciones que ya existían pero que «eran casi invisibles», reconocen.

Este esfuerzo de detección va en consonancia con el Pacto contra la Segregación promovido por el Departament d’Educació y que firmó prácticamente toda la comunidad educativa. Este es el primer curso de despliegue y se implementarán una serie de medidas para lograr una distribución equilibrada del alumnado. Así, y como novedad, se ha mantenido la reserva de plazas por alumnos con necesidades educativas específicas hasta el inicio del curso. El alumnado vulnerable de P3 y 1.º de ESO dispondrá por primera vez de una mochila económica que permitirá afrontar todos los recursos asociados a su escolarización, como, por ejemplo, material escolar, libros de texto y salidas escolares: los centros públicos recibirán 384,6 euros por alumno, y los concertados, 988,11 euros.

Más reserva de plazas

El aumento de la detección ha implicado reservar plazas tanto en las escuelas públicas, donde se escolariza a la mayoría de alumnos vulnerables, como en la concertada.

En este sentido, Castaño explica que los centros concertados han sido receptivos teniendo en cuenta que algunos ya escolarizaban a alumnos con NESE socioeconómicas pero alegaban que debían hacer un esfuerzo para asumir gastos que suelen cubrir con el aporte de padres y de fundaciones. Con la «mochila económica» se facilita el proceso.

Además, el hecho de contar con unas plazas reservadas para alumnos con NESE ha servido a algunas escuelas concertadas que tenían problemas para llenar grupos poder mantener el concierto. Hay que tener en cuenta que en 2019, año en que nacieron los niños que ahora comienzan P3, hubo una bajada de la natalidad del 9% respecto al año anterior.

Reconoce el concejal que la detección de estos alumnos es un avance. «Si los tenemos identificados desde un principio es más fácil trabajar por el éxito educativo», pero hay que seguir avanzando en una distribución más equitativa y ahora el reto es conseguir un acompañamiento efectivo de estos alumnos y sus familias.

En lo que se refiere a los alumnos con NESE por diversidad funcional, Educació anunciaba ayer una evaluación externa para conocer el estado del despliegue del decreto de Escuela Inclusiva cuyos resultados deberán estar listos a finales de año. El decreto se aprobó en 2017 pero tanto familias como profesionales (también en Tarragona) se quejan con frecuencia de que se ha quedado vacío de contenido porque no hay medios para ponerlo en marcha.

Nueva zonificación

Este año la ciudad también estrena nueva zonificación escolar y pasa de tener siete a cuatro zonas: Ponent, Llevant, Nord y Centre.

El mapa escolar no se cambiaba desde hace tres décadas y el cambio era una de las recomendaciones de los distintos estudios que colocan a Tarragona como una ciudad con una alta segregación escolar.

Con los datos de preinscirpción en la mano, Castaño cree que el cambio ha sido positivo, ya que si el curso pasado el 70% de las familias pedía entrar en una escuela de la zona que le correspondía, este curso son el 85%. Además, un 98% consiguió una plaza en la escuela que puso en primera opción.

La nueva zonificación, explica, también ayudó a conseguir una mejor distribución de los alumnos con NESE.

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