La creación de la plataforma Dignitat a les vies es fruto del hartazgo de los usuarios de las líneas R-14, R-15, R-16 y R-17 que a diario sufren una odisea para ir a trabajar o estudiar desde las comarcas del sur de Catalunya a Barcelona. Viajeros que de forma reiterada padecen unos retrasos e incidencias, que les impiden cumplir con sus obligaciones laborales, poniendo en riesgo su empleo. Personas que ven como un servicio deficitario les imposibilita conciliar, ‘regalando’ día tras día su tiempo, viajando a menudo en unas condiciones propias del tercer mundo, la mayoría de las veces sin una información que les permita saber cuándo podrán llegar a casa o a su puesto de trabajo.
Una situación incomprensible que se produce sobre un corredor con más de cuatro millones de usuarios al año, que tiene como telón de fondo las importantes afectaciones ferroviarias que se esperan de cara a finales de año, cuando se aborden las obras de adecuación del túnel de Roda de Berà al ancho internacional.
Los trabajos comportarán una interrupción en el servicio durante un periodo de tres meses, que algunas fuentes apuntan que incluso podría ser del doble. Todavía no se ha concretado si la vía se cortará desde Tarragona a Sant Vicenç de Calders o si será a partir de Torredembarra. No obstante, durante este periodo los usuarios que a diario realizan este desplazamiento se verán obligados a utilizar un transporte alternativo por carretera.
Todavía no se ha fijado la fecha para el inicio de las obras, que se prevé en otoño
La situación es compleja, muy compleja. Y es que si finalmente Adif establece que el corte debe hacerse en Torredembarra, el transporte alternativo que se ve obligado a ofrecer Renfe tan solo será a partir de este punto. Esto comportará que los viajeros que salgan de la estación de Tarragona deberán coger el tren hasta el municipio vecino, para hacer un primer transbordo en autobús hasta Sant Vicenç de Calders y allí bajar de nuevo para seguir con otro convoy hasta Barcelona.
En estudio
Todo esto son aspectos en los que se está trabajando, así como también está valorándose si los trenes desde Reus podrían desviarse por Picamoixons, para evitar este vía crucis.
De momento todavía no está fijada la fecha en el calendario para el inicio de las obras. Varias fuentes apuntan que podría ser en otoño, para evitar perjudicar la campaña turística. ¿A quién le importa si los penalizados son trabajadores?
¿Bonificaciones para los Avant?
Desde el grupo en el Congreso de Sumar, el diputado tarraconense Fèlix Alonso afirma que ha establecido los primeros contactos para «buscar fórmulas menos perjudiciales» y que puedan ofrecerse «bonificaciones» en servicios como los Avant. Aunque esto comportaría que los afectados tendrían que desplazarse hasta la estación de Camp de Tarragona, con los problemas de conexiones y aparcamiento que todos conocemos.
Alonso también defiende que esta debe ser la ocasión para restablecer el Euromed desde L’Aldea, para que los usuarios ebrenses tengan una alternativa que les evite esta odisea.
Vienen meses movidos para los usuarios del tren. Han sido tantas décadas sin inversiones y con una falta de mantenimiento, que ahora, cuando se estaría poniendo el hilo en la aguja, están comportando un caos que a diario está poniendo a prueba la capacidad de aguante de los usuarios. Y todo esto irrumpe en un momento de precampaña que lo sitúa en la diana de una ciudadanía que ha dicho «basta».
