La patrona del mar sale a la calle en el Serrallo

Flores, pilares y música para celebrar el día de la patrona de los pescadores y marineros en el Serrallo

17 julio 2017 07:26 | Actualizado a 24 noviembre 2017 19:36
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Un año más, el barrio pesquero se vistió de gala ayer para presenciar la procesión de la Verge del Carme, protectora y patrona de los pescadores y marineros. Familias enteras se asomaban a los balcones y llenaban las calles antes de las 19:00 horas, mientras el mosén terminaba de bendecir los escapularios en la Església de Sant Pere del Serrallo. Alrededor, todos se preparaban para cumplir su papel en un día tan especial: pequeños pescadores, abanderados, portadores, castellers, etc.

Como es tradición, los primeros en desfilar fueron los más pequeños junto ‘la barqueta’. A continuación, les siguieron los seis estandartes de las diferentes asociaciones del barrio, entre los que destacaba la nueva bandera de la Stella Maris que recibió el bautismo ayer. Por último, una salva de artillería a cargo de algunos representantes de la recreación del asedio de Tarragona de 1811 anunció la salida de la virgen de la iglesia. Así pues, a ritmo de tambores y al son de las grallas, los portants transportaron la figura de la Verge del Carme hasta el embarcadero. Allí les esperaba la Nova Tortosina, la barca encargada de acoger a la virgen.

Algunos desde tierra y otros desde el mar, en barcas pequeñas y medianas, contemplaron la el paseo de la virgen por el muelle. Todos saludaban efusivamente a su patrona y algunos la honraban con el sonido de las bocinas de sus embarcaciones. Con el atardecer, los portants lanzaron flores al mar en señal de ofrenda a la virgen y para recordar a todos aquellos hermanos pescadores o marineros que fallecieron en la mar. Para culminar uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, cantaron a coro la Salve Marinera.

Una vez la virgen y su séquito volvieron a estar en tierra firme, los Gegants del Serrallo ofrecieron un baile a los asistentes y encabezaron la procesión por las calles del barrio. La colla de las camisas azules también acompañó a su protectora con un pilar a la salida y entrada de la iglesia, así como un pilar que no llegó a coronarse a la llegada de la barca.

A medida que avanzaba la tarde, el nerviosismo y la expectación incrementaba. Primero los pequeños marineros y después los portadores de la imagen de la Verge del Carme, pasaron por la alfombra de flores de papel a los pies de la iglesia y subieron de rodillas sus escalinatas. Entonces, los asistentes concluyeron: «Visca la Mare de Déu del Carme! Visca els seus portants! Visca el Serrallo! I visca Tarragona!».

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