Excepto una carrera de tortugas, no creo que haya nada menos atractivo que las negociaciones de ERC y Junts para formar gobierno. El miércoles se cumplirán dos meses desde las elecciones del 14-F y los partidos se han dado de plazo hasta el 26 de mayo para ultimar su acuerdo.
El ritmo negociador puede intuirse sabiendo que Pere Aragonès aún no se ha sentado a negociar con Jordi Sànchez, una muestra de sus relaciones personales. Nada produce más pereza que negociar con quien no tienes confianza.
Mientras tanto Catalunya se encuentra con las UCI desbordadas y los hospitales aplazando operaciones. Tenemos cientos de miles de familias viviendo en la pobreza y sin empleo. ¿Son pocos dos meses para ponerse de acuerdo, que hay que esperar tres?