Como si ya no pasara nada

Las noticias que llegan de continuos rebrotes de coronavirus por toda España son alarmantes, pero nada sorprendentes. Hemos confundido el concepto futurista de nueva normalidad por lo de «aquí ya no pasa nada y podemos hacer lo que nos dé la gana». Ya saben, nos dan la mano y cogemos el brazo y lo que haga falta: discotecas hasta los topes, playas sin un palmo de arena libre, bodorrios por todo lo alto… «Para vivir sin poder hacer nada, casi que es mejor morirse», me dijo un joven. En cuanto nos han abierto la puerta de casa, se nos ha olvidado el drama sanitario y humano que acabamos de pasar. Parece que solo las personas que lo han padecido o han sufrido alguna pérdida son conscientes de la gravedad de este virus. El resto nos creemos intocables y nos estamos jugando unas vacaciones ‘calentitas’ entre cuatro paredes.