De Platón a Pérez-Reverte. Ética y muerte

11 enero 2021 09:20 | Actualizado a 11 enero 2021 09:56
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Las vacaciones de Navidad dan para mucho, incluso para aborrecerlas. He tenido la suerte de que me han obsequiado con dos volúmenes cuya lectura recomiendo a los lectores por diferentes motivos.

A muy pocos les sonará el nombre de Marcos Chicot, licenciado en Psicología y finalista del Premio Planeta (El asesinato de Sócrates, 2016) y ganador de otros premios.

Me refiero a su última novela El asesinato de Platón. A lo largo de 919 páginas ha sabido dar forma a una etapa de la vida del filósofo griego. No es un tocho infumable y pesado. Al contrario: de forma atractiva, con diálogos adecuados y una trama del mejor thriller nos lleva por un trozo de la ajetreada historia de Grecia y la influencia de Platón en el pensamiento de la época, que siglos más tarde, pensador a pensador, ha sido la base de la civilización occidental.

Personajes perfectamente dibujados, hechos históricos, batallas presentadas con todo género de detalles, y, sobre todo, la sencilla, clara, atractiva, exposición de las ideas platónicas al lector menos proclive a leer filosofía. Se entiende todo, por ejemplo, cómo deben ser los políticos.

También me ha ayudado a pasar este trozo de pandemia otro grueso volumen: Línea de fuego, de Arturo Pérez-Reverte, que leí de un tirón, en dos días.

Es de los muchos libros que he leído sobre la batalla del Ebro, el que entra más profundamente en el individuo que lucha y mata para poder vivir. No le faltan amargas descripciones escépticas sobre la política, la economía y, desde luego, sobre la batalla en sí. Vista desde dentro.

Con su estilo desinhibido, que puede molestar a algunos (hay muchas «tacos» y blasfemias) Pérez-Reverte nos hace revivir nueve días de la batalla por personajes de ambos bandos y abriendo numerosos interrogantes sobre el conflicto, con toda la crudeza de quienes estaban inmersos en la lucha fratricida.

Solamente le pondría un «pero», cuando relata la actuación del Tercio de Requetés «Nuestra Señora de Montserrat!» (páginas 305 y siguientes) da la impresión de que es la heroica tentativa de los requetés catalanes para tomar la cota 481, la «Posición Targa» de Quatre Camins, aunque la novela sitúa la acción en Castellets, ceca de Fayón. Y habla del fracaso de la acción porque, textualmente, «se supone que una compañía de tiradores de Ifni está en línea para unirse al ataque». La realidad es que fueron los batallones Ceuta y Bailén los que chaquetearon y dejaron expuestos a los requetés para la matanza en la que cayeron decenas de sus mandos, cerca de doscientos muertos y seiscientos heridos.

Por lo demás, se lee con avidez, siguiendo las peripecias de los múltiples y bien dibujados personajes, masculinos y femeninos.

Me hicieron pasar unas horas muy buenas.

Ángel Camacho: Abogado y periodista

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