Incertidumbre ante las nuevas restricciones

El Procicat suspendió la reunión y la posterior rueda de prensa que tenía previstas ayer para anunciar las restricciones que regirán a partir del próximo lunes, cuando vence el plazo para las actuales. El empeoramiento de los índices epidemiológicos y el frenazo experimentado en las últimas horas en la ligera mejoría que se venía apreciando, así como el temor a la presencia en Catalunya de las nuevas variantes del coronavirus, más contagiosas, son los motivos esgrimidos por el Departament de Salut para el aplazamiento de la decisión. Parece razonable que los responsables de gestionar la pandemia muestren cautela ante la evolución de los datos y tengan en cuenta la situación de los hospitales, donde el número de pacientes ingresados en las unidades de críticos no deja de aumentar y donde los sanitarios afrontan una situación cercana al colapso.

En este sentido, no caben dudas en cuanto a que la salud debe ser el criterio a priorizar para no volver a los peores días de la pandemia. Pero, dicho esto, cabría esperar de los responsables la mayor claridad para aportar las certezas que los ciudadanos necesitan en estos tiempos de incertidumbre, a la que sin duda contribuyen la disparidad de criterios adoptados por las diferentes comunidades autónomas. Y es que no hay que olvidar que de las medidas restrictivas que tome la Generalitat depende el sustento de miles de familias. Sirva de ejemplo la desesperada petición realizada ayer por sectores tan golpeados como la hostelería y el comercio, que demandaron 12.500 millones de euros en ayudas directas para poder sobrevivir a la crisis generada por las restricciones de la pandemia. Se trata, además, de sectores que necesitan saber con cierta antelación qué suerte van a correr, pues si la decisión es que abran necesitarán prepararse para ello, sacar a los trabajadores del ERTE, abastecerse de género... La situación es complicada y difícil para todos, también para sobre quienes recae la responsabilidad de decidir. Por ello es necesario un ejercicio de sensibilidad y, sobre todo, explicar bien las decisiones adoptadas, sean las que sean.