La Tarragona ‘vaciada’

Este verano es el de la vuelta al pueblo. Ni la economía ni los ánimos están para salir de viaje a lugares lejanos y masificados. Estas vacaciones toca cargar las maletas en el coche y refugiarse en esa España ‘vaciada’ y olvidada que resiste fuera del radar de la globalización (y de los políticos): un plan nostálgico, de reencuentros con amigos de la juventud y de partidas interminables de cartas en el bar. Turismo de proximidad. El mundo rural de nuestros abuelos le ha ganado el pulso a las modernas ciudades del siglo XXI en este verano atípico de mascarillas y teletrabajo. Se aprecia aquí: Tarragona sobrelleva el calor con un silencio impropio de un mes de julio cualquiera, los rusos no se pasean en masa por La Pineda y hasta se puede aparcar en Salou sin necesidad de dar mil vueltas con el coche.