La sabiduría normal y la política

A veces nos ponemos nerviosos por nada; o por casi nada. A veces decidimos demasiado deprisa y, a veces no llegamos a decidir. A veces nos contemplamos haciendo tonterías: comer demasiado, beber demasiado, gastar demasiado, hablar demasiado... No podemos contenernos, o no queremos o no sabemos. En esos momentos, o mejor dicho, luego, nos lamentamos. Nos decimos que no hemos dado muestra de sabiduría. Que nos gustaría ser algo más sabios.

Siempre me ha sorprendido que nuestra época celebre sobre todo la locura, sobre todo a través de su voz mercantil, la publicidad nos decía: “Sed locos” “Permítase alguna locura” ¡ qué fácil es la locura! , nada de aprender, no es cuestión de contenerse. Nuestros ratos de locura, siempre nos han parecido espontáneos, pero nuestros raros momentos de sensatez siempre han requerido de esfuerzos; en clase nos mostrábamos sensatos por miedo al profesor, pero también para darle gusto y porque en el fondo nos sentíamos bien, siéndolo. Hoy nos parece que hay más felicidad en la sensatez que en la locura, algo hemos ganado. Los arranques de locura excitan, alivian y aportan disfrute. Y luego sufrimiento. La sensatez nos parece que representa una base mejor para nuestra vida. Por otra parte, presentimos muy bien la intensidad de la tarea y nos mostramos espontáneamente prudentes con la sabiduría ¿quién de entre nosotros, se atrevería a llamarse sabio?¿Quién se siente sabio para siempre? ¿ Quién no tiene conciencia de que se trata de un estado transitorio? .Por el contrario ¿ por qué renunciar a querer serlo? Pero en este caso ¿Cómo hacerlo? Todos podemos adoptar conductas o dispensar palabras, creo, con sabiduría en ciertos momentos de nuestra existencia

Todo gobierno democrático, depende de la política, para poder ejercer autoridad y tomar decisiones en pro de los ciudadanos, dueños de la política. Las acciones políticamente correctas serán aquellas que tengan presente la dignidad de las personas o los derechos o libertades de las misma En el mundo, muchas personas tratan de obstaculizar a otras que son mejores que ellos, esto provoca un estancamiento en todos los aspectos, pues en lugar de apoyar para crecer y así lograr el bien común, un porcentaje muy grande, nos empeñamos en poner trabas a quienes tienen más talento. Mahatoma Gandhi dijo: No hay que apagar la luz del otro, para lograr que brille la nuestra.

Entiendo, personalmente, que se necesita algo más que el conocimiento, el dominio de teorías o el contar con un grupo de expertos en altas esferas gubernamentales y de líderes.