Para morosos

19 mayo 2017 15:55 | Actualizado a 21 mayo 2017 14:18
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Durante muchos siglos, fue práctica legal y común en Gran Bretaña encarcelar a los morosos por tiempo indefinido hasta que abonasen sus deudas (lo cual, para casi todos, resultaba difícil estando encarcelados). Se permitía a los deudores condenados instalarse en la cárcel con toda su familia. En la práctica, dichas penas se convertían en ocasiones en cadenas perpetuas. En esta circunstancia pasó sus primeros años el escritor Charles Dickens (1812-1870). Esta experiencia le permitiría describir tan perfectamente el ambiente carcelario. Carlomagno (742-814) prohibió hacia el año 800 la usura entre sus súbditos, considerando como tal «todo aquel negocio en que se exige más de lo que se da». En 1179, durante el III Concilio de Letrán, la Iglesia promulgó que se negara sepultura cristiana (lo que equivalía a ir directamente al infierno) a todo cristiano que prestara dinero a cambio de interés.

Hacia el año 1700 a.C., en el código de Hammurabi (un conjunto de leyes que gobernaban la sociedad babilónica) la venta de cerveza en mal estado era castigada con la pena de muerte.

F. Ortiz de Pinedo Mendiluce

(Tarragona)

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