Un año para olvidar con personajes inolvidables

Lo mejor de este año que se va son algunas personas que han conseguido que otras no se vayan para siempre. Y entre ellas mis favoritas son el matrimonio de científicos turco-alemanes, Ozlem Tureci y Ugur Sahin, que han logrado la mejor vacuna contra la Covid que tenemos hasta la fecha a partir de la técnica del RNA-Mensajero, que está revolucionando la medicina con nuevas vacunas, por ejemplo, contra el cáncer.

El matrimonio se conoció en la universidad, porque coincidían en su interés por esa tecnología que la comunidad científica consideraba irrelevante y a la que ellos han dedicado su vida. Como pasaban todo el día juntos en el laboratorio, decidieron casarse y pasaron también la tarde de su boda allí persiguiendo su sueño de convertir, lo han conseguido, esa tecnología en curación.

En la Historia de la Vacuna que nos inyectaremos a partir de la semana que viene hay muchos otros científicos, pero los más importantes también son inmigrantes como ellos, como Katalin Kariko, una científica húngara de la Universidad de Pensilvania cuyos descubrimientos permitieron al matrimonio turco-alemán concretar el diseño de la vacuna.

Ozlem Tureci y Ugur Sahin han logrado la mejor vacuna contra la Covid hasta la fecha con la técnica del RNA-Mensajero

La lección para todos nosotros es que no debemos esperar que los científicos catalanes o españoles descubran vacunas o nos salven del cáncer, sino crear las condiciones y los laboratorios para que los mejores científicos del mundo vengan a investigar aquí.

También he admirado mucho este año a Jacinda Arden, la primera ministra de Nueva Zelanda, el país más igualitario, verde y justo del planeta, y tal vez la gobernante que mejor ha gestionado la pandemia. Y no voy a dar mención alguna a Joe Biden, porque, aunque nos ha librado de Trump, es puro establishment washingtoniano: no esperemos más de él de lo que nos hubiera dado Hillary, aunque sin duda es mejor que su predecesor.

En España merece mención, aunque solo sea por su suerte, la flor en el zulo de Pedro Sánchez. ¡Qué potra tiene este tío salido de la nada y con qué soltura cabalga su famélica coalición! Hay que reconocerle una creatividad política sin límites para haber llegado hasta aquí agarrado a la coleta de Podemos. Pero es que ahora mismo el año le viene de cara: todos los análisis apuntando al alza y con 140.000 millones de euros europeos a su disposición para repartir. Dudo mucho de que le falten los amigos, aliados y conocidos. Ustedes juzgarán si merece la suerte que tiene, pero no podrán discutir que, por ahora, le sobra. Y a veces se sobra, pero eso es otro problema.

En Catalunya, la verdad, me está costando destacar a nadie. Así que permítanme que cite en este libro de honor a vuelapluma del 2020 al catalán resignado. Podría añadir que somos todos, pero no. Yo no me he indignado casi cada día ante el caos de cifras, datos, declaraciones…Aunque he seguido admirando al ciudadano que obedecía y callaba. Y que lleva ya nueve meses yendo de casa a casa pasando un ratito por el súper. Y si alguna vez se ha atrevido a caminar y hasta a correr al aire libre, lo ha hecho sin dejar de pensar en volver pronto a casita.

En Tarragona sí tengo una señora y un señor para citar con honores: el experto en redes complejas Àlex Arenas, colega de claustro en la URV, quien, como informó el Diari, ha ido orientándonos con acierto en la gestión de la pandemia. No menos oportuna fue Cinta Pascual, nueva presidenta de la Patronal de Atención a las Personas, en un momento en que nuestra iniciativa privada y pública deben alinearse para devolvernos a todos la fe en que es posible disfrutar de la vejez.

Lluís Amiguet es autor y cocreador de La Contra de La Vanguardia desde que se creó en enero de 1998. Comenzó a ejercer como periodista en el Diari y en la SER de Tarragona