«Las vacas del pueblo ya se han ‘escapao’ ¡riau, riau! Y ha dicho el ‘alcaide’ que no salga ‘naide’, que no anden con bromas, que es ‘mu mal ganao’ ¡riau, riau!», reza la popular canción, si bien en Londres ayer tuvieron que cambiar la letra de canción para sustituir las vacas del pueblo por los caballos militares.
En efecto, la capital inglesa vivió ayer una mañana atípica, protagonizada por varios equinos del Ejército británico que se dieron a la fuga y anduvieron desbocados por el centro de la urbe, donde galoparon sin control a lo largo de dos horas.
Las imágenes, emitidas por las redes sociales y por medios televisivos de todo el mundo, mostraban las calles inusualmente libres de tráfico; los vehículos habían dejado paso a las carreras de dos elegantes caballos, uno negro y otro blanco con toda la pechera cubierta de su propia sangre, corriendo sin parar y sembrando el nerviosismo entre los conductores, ciclistas y transeúntes que a esa hora circulaban por allí y veían con estupor cómo los caballos se aproximaban hacia ellos sin intención alguna de detener o, al menos, frenar el ímpetu de su galopada.
De hecho, arremetieron contra un autobús, cuya luna delantera quedó dañada, y contra un taxi, que sufrió rotura de cristales y abolladuras. Al parecer, según confirmó un portavoz del Ejército, los animales «quedaron sueltos durante los ejercicios rutinarios llevados a cabo por la mañana».
A pesar de que para muchos fue una escena curiosa e incluso hasta simpática, la alocada irrupción de los caballos en las calles londinenses entrañó un serio peligro, como lo demuestra el hecho de que al menos cuatro personas tuvieron que ser hospitalizadas. Como ven, no son solo las vacas del pueblo las que son ‘mu mal ganao’.
