Caciques en la recta final

El caciquismo en el deporte español llega a su fin. Esa fórmula del ordeno y mando parecía inevitable. Todo se aceptaba. Era lo de siempre. Esas designaciones a dedo, esos dispendios sin reparar en gastos. Han sido los propios deportistas quienes han dicho basta. Los tenistas, encabezados por Rafa Nadal y David Ferrer, se posicionaron en contra del presidente de la Federación Española de Tenis, José Luis Escañuela, por su decisión unilateral de designar a Gala León capitana del equipo de Copa Davis. Cuando se sintió amenazado atacó a los tenistas con el asunto del ‘machismo’. ¿Como si a él le hubiera preocupado nunca el tenis femenino? Que se lo pregunten al equipo de Copa Federación. Dimite por tener en contra a una de las mejores generaciones de tenistas que ha dado el país, cuando debería haberlo hecho por negarse a colaborar con el Consejo Superior de Deportes (CSD) facilitando información de las cuentas de la RFET. En bádminton, Carolina Marín, número uno del mundo, también ha pedido la cabeza del dirigente federativo, David Cabello, por degradar a Fernando Rivas, ‘alma mater’ del ‘boom’ del bádminton español. En baloncesto (FEB) quisieron seguir haciendo de las suyas. Mandaron al Uni Girona a la previa de la Euroliga femenina, pese a que son las campeonas de la Liga. La Federación Internacional les ha hecho dar marcha atrás. Los días del caciquismo deportivo parecen estar contados. Bueno, todos no. En una enorme región central se sitúa Ángel María Villar, impasible ante los ‘rebeldes’. El amo del fútbol nacional sigue a lo suyo. Muchos Xavi, Iniesta, Isco, Casillas harán falta para hacer caer al mayor cacique deportivo.