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    Protocolo para insensatos

    12 septiembre 2022 19:30 | Actualizado a 13 septiembre 2022 07:00
    Ángel Pérez Giménez
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    ¡Hola vecinos! El 28 de mayo de 1998 el entonces alcalde de Teruel consiguió lo que ningún otro alcalde de España había logrado hasta ese momento: ser recibido oficialmente por la reina Isabel II de Inglaterra en el palacio de Buckingham.

    Luis Fernández Uriel fue alcalde de la capital turolense de 1995 a 1999 por el Partido Popular, en el que militó durante 25 años. Pidió la baja en 2003 alegando una cuestión moral: «Me siento indignado con la decisión de Aznar respecto a la guerra de Irak» –declaró en aquellos días–. «Tres claves: los aplausos de los diputados del PP en el Congreso cuando Aznar anunciaba el apoyo a Estados Unidos, la imagen en la que Bush ponía su mano sobre el hombro del presidente del Gobierno español y la escena de una niña iraquí con las piernas mutiladas. Estos tres flashes me han marcado mucho, por lo que no puedo seguir en el PP». Hoy vive retirado de cualquier actividad política y recuerda nítidamente su visita a Buckingham, la guardia de honor que le formaron al llegar a palacio acompañado del embajador Alberto Aza y la serena y amable presencia que destilaba la reina.

    La recomendación de Peñafiel a Fernández Uriel es digna de enmarcar: «Sáltese el protocolo, alcalde, que eso a los reyes les gusta mucho»

    El motivo del encuentro se encontraba en la entrega a la reina de la ‘Medalla de Oro de los Amantes’ concedida por el Centro de Iniciativas Turísticas de Teruel (CITT) en homenaje a los 50 años de matrimonio de Elizabeth II con Philip de Edimburgo.

    Fernández Uriel aún se atrevió en su precario inglés a aventurar durante la entrevista que otro alcalde de Teruel entregaría a Su Majestad 25 años más tarde la Medalla de Platino. La reina respondió que «¡Uf! Veinticinco años son muchos años». Pues poco ha faltado. Se hubieran cumplido en 2023.

    Antes de viajar a Londres al alcalde de Teruel le preocupaba el protocolo. Así que pidió asesoramiento profesional de alto copete. Y llamó a Jaime Peñafiel. Sí, sí, a Jaime Peñafiel, el periodista granadino revenido en personaje del mundo rosa que fue redactor jefe de Hola! y autor de libros como: Los tacones de Letizia, El hombre que se acuesta con la reina, Los reyes también lloran o Isabel. La amante de sus maridos (por Isabel Preysler, se entiende. No por Isabel II de Inglaterra). La recomendación de Peñafiel a Fernández Uriel es digna de enmarcar: «Sáltese el protocolo, alcalde, que eso a los reyes les gusta mucho». Toma Jeroma pastillas de goma que son pa la tos.

    ¿Madrid pertenece al Reino Unido? ¿Andalucía forma parte de la Commonwealth? ¿Gibraltar español? Qué país, qué paisaje y qué paisanaje

    Vincular el protocolo al mundo rosa, palaciego, al sector del Hola! y la realeza, a si conviene llevar pamela por la mañana o por la tarde, a si la langosta se come a mano o con la pala de pescado... es lo que tiene. Y considerar a Jaime Peñafiel como experto en Protocolo Institucional para que te sugiera que metas la pata hasta el corvejón puesto que tal comportamiento de la plebe despierta la alegre hilaridad del Poder, no se le ocurre a nadie. Bueno, sí. Se le ocurrió al alcalde de Teruel, pero felizmente ahí estaba el embajador Alberto Aza –que sería más tarde secretario general y jefe de la Casa de Su Majestad el Rey– para poner orden y evitar que Luis Fernández Uriel hiciera de Paco Martínez Soria en Buckingham con un jamón de Teruel bajo el brazo en lugar de una cesta con dos pollos.

    Ahora, el fallecimiento de la reina de UK hace aflorar más ramalazos de protocolo para insensatos. Y la primera en caer con todo el equipo ha sido, cómo no, la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha declarado tres días de luto oficial en su territorio tabernario (Ayuso preside también el territorio madrileño de Tabarnia, que en Madrid se traduce por Tabernia, palabrita del Niño Jesús) y ha ordenado que las banderas ondeen a media asta. ¿Qué banderas? Pues todas, incluyendo la de Tabarnia, la de El Corte Inglés, la bandera pirata y la de Repsol si hace falta.

    Pues no puede, señora Díaz, ya se lo digo. No tiene usted competencia para ello. El duelo en la bandera de España lo declara el Consejo de Ministros. El de la bandera autonómica, el Consejo de Gobierno de la Comunidad. El de la bandera de la localidad lo declara el pleno del ayuntamiento correspondiente. Y el de la bandera de la UE, la Comisión Europea.

    Así, el gobierno autónomo de Madrid sólo puede arbitrar que la enseña de la comunidad madrileña ondee a media asta. Sobre las demás, no tiene potestad alguna. Ya sé que con esto de las banderas se hace mucha ‘vista gorda’ y hay gran desconocimiento, pero la ley es la ley. Usted no es quién para poner a toda la Unión Europea a media asta. Ni a toda España. Aterrice, mujer.

    Su colega de Andalucía, Moreno Bonilla, ha hecho lo propio, aunque únicamente un día. Lo mismo: todas las banderas a media asta un día, por la muerte de la jefa de Estado de UK y los países de la Commonwealth. ¿Madrid pertenece al Reino Unido? ¿Andalucía forma parte de la Commonwealth? ¿Gibraltar español? Qué país, qué paisaje y qué paisanaje, que dijo Unamuno.

    Esta es la carta 100 de un puto maño. Aquí os dejo, vecinos. Haced caso al protocolo. Ha sido un placer. Gracias por todo. Y un abrazo preto.

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