Escanear el iris de tus ojos. ¿Por qué es tan peligroso?

Cada vez es más habitual ver en algunos centros comerciales del país colas y colas de jóvenes que esperan pacientemente para que una empresa escanee el iris de sus ojos a cambio de criptomonedas. Tal vez lo han visto paseando mientras iban a hacer la compra. La operación de lectura del iris suele ser muy rápida y dura unos diez minutos, aproximadamente. Lo hacen con una esfera plateada de grandes dimensiones. Los empleados allí te cuentan que es algo seguro, es inocuo y no tiene efectos secundarios. A cambio te entregan el equivalente a unos 70 euros en criptomonedas que se pueden cambiar en solo veinticuatro horas. Es entonces cuando te piden que crees una cuenta en la web de la empresa. Durante el proceso de creación de la cuenta, el donante de esa información marca tres casillas en las que acepta los términos y condiciones y afirma ser mayor de edad. Pero la empresa se calla y no les da más detalles. Y claro, tampoco se les explica a los usuarios ninguna de esas cláusulas y su contenido. Este ya es el primer momento que nos puede hacer desconfiar.

Algunos de los que se dejan escanear los ojos sonríen al salir. Creen que les han regalado ese dinero por nada. Pero realmente no es así, acaban de entregar la llave maestra de sus datos personales a una empresa que obviamente venderá esa información y no precisamente por esos 70 euros. De momento, 400.000 usuarios españoles habrían caído en esta tentación. La empresa que lo ejecuta podría empezar a acumular millones de beneficios si entrega esos datos a empresas de publicidad comercial. Hay 33 puntos de lectura de iris solo en España. Es el segundo país del mundo con más espacios de este tipo; el primero es Argentina, con 60 centros de escaneo. Y no es casualidad. Según el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica de Argentina, casi el 60% de la población está en situación de pobreza o indigencia este pasado mes de enero de 2024. Es un gran nicho potencial de usuarios para leer su iris a cambio de dinero. Es un trozo de tarta muy goloso.

Pero vayamos por partes. ¿Qué hay detrás de esta organización? Pues una empresa llamada Worldcoin y que según su propia página web ha sido «diseñada para convertirse en la red financiera y de identidad digital más grande del mundo». De momento la empresa está bajo sospecha. La agencia española de protección de datos estudia hasta cuatro denuncias. En algunos países como Francia o Brasil se ha prohibido realizar esta práctica de comercialización. El jefe de Worldcoin es Sam Altman, el visionario responsable de OpenIA y creador de ChatGPT, las dos empresas referentes en Inteligencia Artificial del mundo. Altman se está convirtiendo en muy popular y ya lo catalogan como uno de los nuevos reyes de Silicon Valley. Ahora su sueño es escanear dos mil millones de ojos y crear la mayor base de datos biométricos del mundo con otra de sus empresas, registrada en las Islas Caimán. Todo ello suena muy inquietante.

A todo esto, la criptomoneda de Worldcoin se ha disparado más de un 100%, pasando de los 2,46 dólares con los que abrió la pasada semana a los más de siete dólares que alcanzó este pasado lunes. En Madrid algunos cajeros de Criptomoneda han multiplicado por cuatro el número de usuarios buscando su «recompensa» tras ceder sus datos biométricos. En definitiva, el negocio parece ser que va viento en popa.

Eso sí, algunos de los que ya han «vendido» su iris, ahora se sienten con miedo y quieren borrar sus datos. Pues que sepan que Worldcoin no se lo pondrá fácil. En su página web sí existe un apartado con un formulario donde se puede solicitar el borrado de datos personales. Ahora bien, este proceso puede tardar mucho. En concreto, hasta un mes en contestarnos y luego más tiempo por aceptar nuestra solicitud. En algunas ocasiones no contestan, según denuncian algunos de los que lo han intentado.

Obviamente todo el mundo es libre de hacer lo que quiera con su iris o su retina. Pero atención, dar esos datos significa dar nuestra contraseña ligada a cada uno de nosotros. No hay dos iris iguales. Esos datos también pueden caer en manos de cibercriminales y eso significaría que nuestra identidad se puede asociar a un robo o incluso a un asesinato. En este caso hay que ir con mucho ojo –nunca mejor dicho– porque recordemos, hoy en día nadie regala dinero a cambio de nada. Vayan con cuidado, su identidad puede estar en peligro. Nosotros ya les hemos avisado.

Empecé a ser periodista en ‘La Veu de Flix’ y el ‘Diari de Tarragona’. He pasado por Canal Reus, Antena 3, IB3 TV, 8TV, ‘Informativos Telecinco’ y ‘Cuatro al día’. Ahora soy reportero del programa de actualidad ‘En boca de todos’, en Cuatro.