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El Parc U d’Octubre, situado en el antiguo solar de Mas Mayner, se trata de la última zona verde inaugurada en la ciudad, la cual se remonta al 2018. Aunque no existe una clasificación oficial sobre parques y zonas verdes en Reus, desde el Ayuntamiento se consideran ‘parques’ las zonas verdes de más de 20.000 metros cuadrados. En este caso, cifran un total de 15.
Hay que recordar, por otro lado, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo de entre 10 y 15 metros cuadrados de zona verde por cápita y eso, en Reus, de momento no se cumple. La presencia de zonas verdes útiles, e integradas en las zonas urbanas son reivindicaciones habituales entre las entidades que abogan por la sostenibilidad y que velan por defender la naturaleza.
Por el momento, las inversiones realizadas en jardinería en los últimos años se han concentrado en el proyecto de mejora y recuperación del Passeig Boca de la Mina, que incluye el propio paseo (1.562.862,35 euros), el Parc de les Olors, de 10.687 metros cuadrados (488.545,01 euros) y el Jardí Agrari del Camp, de 7.709 metros cuadrados (adjudicado por 757.313,70 euros).
Otras inversiones destacadas por la fuentes municipales consultadas, enumeran las de Mas Mayner, las de la urbanización Blancafort, las de la avenida de Josep Laporte, la de la calle Miami, así como las de carácter puntual que realiza la Brigada Municipal y aquellas que se llevan a cabo con el contrato de mantenimiento de la jardinería de la ciudad. Cabe destacar, también, que está previsto que el proyecto de recuperación y conexión del entorno natural para constituir la V Verda comience a construirse en la zona noreste de Reus este año.
Potenciar las zonas verdes
El ‘Pla d’Acció Municipal’ (2019-2023) prevé potenciar las zonas verdes y, en el ‘Pla de Reactivació Econòmica i Social’ se anunció una partida de 18.000 euros para hacer frente a los estragos de la pandemia con la redacción de un ‘Pla Director’ que trabaje en el tema que nos ocupa.
El consistorio, en este caso, redactará un documento guía para planificar las inversiones en la vía pública de los próximos cuatro años. El ‘Pla Director’ de jardinería es uno de los siete encargados (incluye asfalto, aceras y pasos de peatones, mobiliario urbano, elementos de juegos, alumbrado y jardinería en general y fuentes ornamentales y de boca), señalan, como recordatorio, las mismas fuentes.
El de jardinería, de hecho, está adjudicado a GESA S.L., CIG INGENIERÍA S.L.P. y SBS SIMON I BLANCO S.L.P. por un importe de 16.000 euros. Actualmente, está en fase de redacción. Ahora bien, ¿qué prevé el ‘Pla Director’? En primer lugar, abarcar espacios verdes en su conjunto, como parques, plazas, agrupaciones de espacios que conforman el ajardinamiento de un barrio, además de los espacios situados en la entrada de la ciudad.
Por otro lado, se analizarán los usos actuales de las zonas verdes y se podrán proponer cambios en los espacios que se detecten nuevas necesidades, destacan. De hecho, según acotan desde el consistorio, se puede incluir la introducción de elementos de cierre total o parcial.
Las plantaciones de vegetación también estarán sujetas a análisis y se podrán plantear nuevas ordenaciones y tipologías del verde. El estado actual de los sistemas de riego será otro foco que se contemplará en el proyecto, se podrán actualizar instalaciones obsoletas, teniendo en cuenta la introducción de nuevas tecnologías. «Se podrá actuar, proponer mejoras o sustituir elementos no vegetales, escalas, muretes, vallas de madera, bordillos, pavimentos, etc. que formen parte de la ordenación de espacios», completan.
La trayectoria del Parc Gandhi
Y, hablando de parques, este año llega a su décimo aniversario el Parc Gandhi, de 9.622 metros cuadrados y situado entre la plaza con el mismo nombre, dando a la calle Sor Lluïsa Estivill, la de Antoni de Bofarull, la de Alcalde Joan Bertran y la avenida Països Catalans. Su construcción supuso la culminación de la urbanización de la zona del Velòdrom, empezada en 2004 con la canalización del barranco del Escorial.
El proyecto incluyó, por otra parte, la integración de la central de recogida neumática de basura. «Si hablamos del antes y el después, la verdad es que el hecho de que se urbanizase, sin duda, supuso una serie de ventajas; le dio un valor añadido a la zona y eso siempre es beneficioso para la vecindad», expone el presidente de la asociación vecinal del barrio Mare Molas, Diego García.
Describe que antes, todo aquello era «zona de campo y salvaje», urgía «un pulmón verde, pues estaba todo muy abandonado», completa. Ahora, la gente se detiene a pasear por el parque, a sentarse en un banco a leer e, incluso, los más pequeños acuden a jugar.
Por su parte, el también miembro de junta de la entidad vecinal, José Guijarro, hace una valoración positiva de estos diez años aunque apunta que, «tal vez, lo que haría falta es alguna instalación en la que la gente mayor pudiera ir a hacer gimnasia al aire libre». El vecino encuentra que en la ciudad, las zonas verdes «están bien, sólo habría que actualizar cuestiones como ésta (es decir, la ya mencionada)».
Hace un par de años, eso sí, reivindican más de iluminación en el barrio. «Hay mejoras por hacer en el Parc Gandhi que ya hemos notificado, y de forma reciente, al Ayuntamiento; pero nos hace falta más luz, como en el caso del parking abierto de la calle Sor Lluïsa Estivill», expone García. Guijarro lo secunda: «En la calle Mare Molas, por otro lado, podría haber más luz, además los árboles allí son altos y tapan las farolas».
