¿Hay que apresurarse a hacer testamento?

Diario de un confinado. El Ministerio impone tener las notarías abiertas aunque únicamente para firmar cosas urgentes. Resulta algo tétrico que el notario tenga que valorar si es urgente que una persona haga testamento

21 marzo 2020 17:23 | Actualizado a 21 marzo 2020 17:29
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A la vista de como están las cosas, me preguntaba si a la gente le habrá dado por apresurarse a hacer testamento. Hablo con un amigo notario, que me explica como está la situación. «Debido a la orden de confinamiento, el Ministerio nos impone tener la notaría abierta, pero únicamente para firmar cosas urgentes. Así que sólo he firmado un testamento de un señor que alegaba estar en situación de riesgo». 

Así pues, en el mercado testamentario impera la tranquilidad, aunque resulta algo tétrico que el notario tenga que valorar si es urgente que una persona haga testamento. Llegados a este punto, supongo que la opinión del cliente sobre sus posibilidades de palmarla a corto plazo debe ser determinante.

En cambio, donde sí han notado mayor afluencia de gente –gente viva, me refiero– es en el cementerio. Sería interesante saber qué mecanismo psicológico motiva este aumento de visitas en las circunstancias actuales.

En cambio, donde sí han notado mayor afluencia de gente –gente viva, me refiero– es en el cementerio.

¿La nostalgia de los seres queridos que ya no están, activada por un panorama especialmente sombrío? ¿Una visita de reconocimiento ante lo que pueda venir? ¿Una disculpa pesarosa para salir de casa? En cualquier caso, ha sido uno de los argumentos esgrimidos por el alcalde de Reus para cerrar el cementerio, que sólo se abrirá para entierros y con un número limitado de asistentes.

El precedente más cercano que me consta de prohibir el acceso a los cementerios ocurrió durante la epidemia de gripe de 1918. Y desconozco si entonces se aplicaron medidas tan drásticas como las actuales, porque recordemos que en caso de fallecidos por el Covid-19 no pueden celebrarse ceremonias, ni acompañar el féretro al cementerio. Un colofón durísimo que añadir al dolor de los familiares y que nos retrotrae a las pestes medievales.

Aun así, mejor asomarse a la muerte con cierta ironía. Vean si no la solemne escultura del dios Cronos armado del reloj y la guadaña que preside, precisamente, la entrada del cementerio de Reus. Simboliza la muerte, pero nuestros antepasados no tardaron en rebautizarlo como el Peret de la dalla.

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