Los problemas comunitarios son casi un 80% de los casos mediados por la Urbana de Reus

En lo que llevamos de 2021 ya se han gestionado 164 conflictos, 88 de ellos ya están cerrados y 76 a la espera de abrir el proceso de que las partes lleguen a un acuerdo

11 septiembre 2021 19:00 | Actualizado a 12 septiembre 2021 06:37
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La Unitat de Mediació i Resolució de Conflictes de la Guàrdia Urbana (UMIRC) ha tramitado ya un total de 164 casos este año. Las causas son múltiples: 127 de estos conflictos (77,44) corresponden a trifulcas comunitarias, 15 (9,15%) son casos escolares, 13 (7,93%) familiares, 5 (3,05%) de grupos de adolescentes que crean problemas, 3 (1,83%) individuales y 1 (0,61%) correspondiente a la vía pública.

Más de la mitad de las disputas, 88 en concreto, ya se han cerrado, mientras que las 76 restantes restan a la espera de que se inicie el proceso o de que las partes lleguen a un acuerdo a través de la mediación. El proceso que se sigue desde la UMIRC es muy personalizado y puede variar dependiendo del caso en el que se encuentren, pero generalmente, se habla primero con las dos partes por separado y después se insta a que se encuentren para tratar el problema de manera conjunta y buscar una solución que sea beneficiosa para ambas partes. Además, a posteriori, se lleva a cabo un seguimiento de hasta un año, para comprobar que el problema no vuelve a aparecer.

Según el coordinador de la unidad, Antoni Pallarès, de los 88 conflictos que ya están cerrados, en más de la mitad se ha conseguido una «mejora considerable de la convivencia»: 8 han podido cerrarse positivamente y con una firma por escrito, 24 han fructificado en un acuerdo sin firma, 29 no han conseguido encontrar una solución al 100% factible, pero sí que han acercado sus posturas, 22 no han aceptado realizar una mediación conjunta, y 5 no han conseguido llegar a un acuerdo productivo.

La UMIRC trabaja de manera coordinada con otras unidades de la Guàrdia Urbana. De hecho, Pallarès comenta que muchos de los casos que tratan son derivados por otros agentes: «Hay muchas patrullas que van a conflictos y detectan un problema que se puede mediar, entonces rellenan un informe que nos llega a nosotros». Añade que una de las primeras cosas que hicieron cuando se creó la UMIRC fue informar a los departamentos municipales y a las asociaciones de vecinos, entre otros. En esta línea, se buscó a un referente de cada barrio de la ciudad para hacerle un curso de mediación. El objetivo fue el de empezar a trabajar mano a mano: «Buscamos que las diferentes entidades tengan a la unidad como referente a la hora de tratar casos de mediación», comenta Pallarès.

La Guàrdia Urbana de Reus fue una de las pioneras, junto a Villarreal, en introducir la mediación en España. Desde que se gestó este proyecto, en el año 2007, los casos han ido en una línea ascendente (menos en 2020, a causa del confinamiento). Pallarès opina que este incremento no se debe a un aumento del incivismo, sino a diversos motivos que han hecho que la UMIRC se conozca cada vez más y que se notifiquen más casos. Concienciar a los policías de base también ha sido algo vital para que cada vez se resuelvan más conflictos por este método: «En 2007, algunos agentes eran reacios a la mediación, pero hoy en día es algo que cualquier policía debe controlar porque realmente funciona», afirma. Desde la Guàrdia Urbana, también se valora positivamente el ahorro de recursos que aporta la mediación, ya que «resolver un problema de raíz puede llegar a evitar que la misma persona interponga varias denuncias ante un mismo problema», según Pallarès.

Ampliando la plantilla

La UMIRC empezó su andadura con dos agentes. El año pasado ya eran cuatro, con Pallarès como coordinador y tres mediadores. A día de hoy, se ha sumado un mediador más, y la unidad cuenta ya con cinco integrantes. Este es otro de los factores que hacen que cada año puedan atenderse más casos. Según anunció el Ayuntamiento en septiembre del año pasado, la previsión es que en los próximos años se incorporen más miembros a la plantilla. Después de los altercados generados por el levantamiento de las restricciones, la mediación se ha convertido en una manera eficaz de complementar las sanciones interpuestas por la Guàrdia Urbana en casos como los de grupos de personas que generan ruidos molestos para los vecinos.

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