Un diálogo artístico con las alturas y la naturaleza

Trapezi. La feria estuvo repleta de actos, con artistas caminando sobre tablones de madera en la Casa Rull o sobrevolando la plaza del Mercadal

11 mayo 2019 18:33 | Actualizado a 11 mayo 2019 19:40
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La tercera jornada de la Fira del Circ de Catalunya El Trapezi  de Reus comenzó ayer con una programación repleta de actividades. El clima, además, favoreció el paseo al aire libre y muchos visitantes se dieron cita en diferentes espectáculos del acto circense de forma continua, ya que la distancia entre sedes se pudo hacer a pie fácilmente. 

El bullicio generado por El Trapezi también se sumó con el que se genera habitualmente en el mercadillo de la calle Sant Joan los fines de semana. Así pues, las visitas a la ciudad –fueran por motivos comerciales o culturales– estuvieron garantizadas. A lo largo de la mañana, fueron muchas las colas que se formaron en la capital del Baix Camp. Fuera por la causa que fuera, pasear por el casco antiguo durante el mediodía (y en los ejes neurálgicos como calle Llovera o Monterols) se convirtió en tarea harto compleja. La plaza de Anton Borrell, donde a partir de las 13 horas se llevó a cabo el espectáculo de Circus Ronaldo (Fidelis fortibus), fue una de las zonas más concurridas. Se pudo ver gente haciendo cola, con entrada en mano (y por si el caso) ya imprimida de casa. 

Otra zona también abarrotada –y con capacidad limitada– fue la de la Casa Rull. En dicho espacio, se presentó el show de los italianos de Kolektivo Lapso Cirk, bajo el nombre Ovvio. La pareja artística, compuesta por los jóvenes Tomas Václavek y David Díez Méndez, dejó al público durante los 50 minutos de número en tensión y expectante. En un primer momento, desarrollaron la representación de la forma más simple posible. Uno de los intérpretes puso en pie diferentes tablones de madera y, su compañero, los echó abajo, provocando un resuelto efecto dominó. Acto seguido, se embarcaron en una divertida lucha de egos, con miradas cómplices incluidas. De hecho, fue justo en ese momento cuando hicieron evidente lo opuestas que eran sus personalidades. A pesar de ello, se confabularon para ofrecer una performance totalmente equilibrada, con una estudiada repartición del protagonismo y una demostración del dominio de los extremos. Y es que fueron múltiples las ocasiones en las que los artistas se subieron a las alturas, uniendo dos finos tablones de madera. 

La complejidad de la función fue in crescendo. Y es que, de repente, tanto Václavek como Díez Méndez unieron fuerzas para interactuar con la naturaleza, que  era el elemento que representaba la madera. Fue un diálogo de respeto entre el ser humano y la naturaleza. La actuación también encerró una historia interesante sobre dónde se encontraba la frontera de los límites. ¿Cuánto podrán aguantar allí arriba? Se preguntaron los espectadores, afectados por el ‘tic-tac’ de una de las canciones que acompañó la representación artística. La exigencia y la preparación de la que se valieron ambos profesionales también mostró al público el alto grado de perfeccionismo y confianza.

Poesía artística a ritmo de rock

También en las alturas estuvo la artista Sara Desprez, acompañada de Angelos Matsakis y Emiliano Ferri en la plaza del Mercadal. Los del Circ Exalté conquistaron el público asistente con su espectáculo Furieuse Tendresse durante el mediodía. Los franceses combinaron sesiones de malabares y contorsionismo arriesgado. Por cada vuelta en el aire de Desprez en el trapecio, se produjeron merecidos aplausos. Como parece ser habitual en sus performance, los artistas actuaron con rock de fondo. Pudieron escucharse melodías de Nirvana, mientras Desprez se balanceaba y prácticamente giraba sobre sí misma en el aire. En definitiva, poesía artística con banda sonora de rock.

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