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Ya con el calor inundando la ciudad de Reus, la concejalía de Salut y Ciutadania espera contrarrestarlo con ‘Juliol a la fresca’. El programa tiene como objetivo volver a activar a la tercera edad con un conjunto de actividades. Según el concejal Òscar Subirats, quieren «impulsar talleres destinados a la salud física y mental», priorizando también las relaciones sociales. Aprovechando el buen tiempo, se han programado muchas actividades al aire libre, que permiten, por un lado, revitalizar su estilo de vida y a la vez visibilizar un colectivo castigado por la pandemia.
Integrar y normalizar las dinámicas entre generaciones es uno de los aspectos que más quieren potenciar durante ese mes, con un club de lectura o clases de meditación en movimiento pensadas para abuelos y nietos. «Si queremos tener una mayor cohesión social es necesario dejar de segregar a las personas por franjas de edad», comenta Subirats, en un cartel lleno de propuestas gratuitas para mayores de 60 años.
La colaboración junto con centros cívicos o bibliotecas de la ciudad permite espacios donde se pueden cursar las distintas actividades ideadas para la tercera edad, intentando «no concentrar todas las actividades en un mismo espacio». De esta manera, toda la gente mayor de la ciudad va a poder participar en los cursos sin tener que desplazarse lejos de casa. Cine solidario en los jardines de la Casa Rull, marcha nórdica, experimentar con el 3D o rutas y meriendas saludables son algunas de las estrellas de la programación, organizadas en formato de cata, para que los participantes puedan familiarizarse con las dinámicas que se imparten durante el curso.
Reencuentros presenciales
El concejal también valoró muy positivamente los meses de octubre a junio, en los que, destaca, «la vuelta a la presencialidad, dejando los encuentros online como última alternativa para encontrarse». Unas 1.100 personas han participado de manera regular en las actividades para la tercera edad, 838 en centros para gente mayor, con 63 participando en gimnasia, 246 en bailes de salón, 64 en mantenimiento de hábitos cotidianos (memoria, cocina, teatro) y otras 64 en cursos de formación personal (clases de informática, catalán).
De cara al siguiente curso, Òscar Subirats se propone «mantener el número de actividades y de inscripciones, con una oferta dinámica con relación a su demanda».
Las inscripciones para la programación veraniega todavía siguen abiertas.
