Para la Plataforma pel riu Siurana solo los intereses políticos y económicos justifican el mantenimiento de una situación tanto injusta como ilegal.
El río Siurana está completamente seco y mientras los pueblos y los regantes del Priorat tienen problemas de agua, con el pantano al 14% de su capacidad, se sigue trasvasando agua a Riudecanyes.
Después del fracaso de la Taula del Siurana, una pantomima perfectamente orquestada para desmovilizar al Priorat, la Generalitat no solo se ha desentendido de cualquier posible solución recogida en la propuesta de resolución, sino que ha centrado sus esfuerzos en justificar su inacción por la falta de consenso.
La Generalitat como responsable de la Red Natura 2000, de la cual el río Siurana forma parte en su totalidad, tiene la obligación de garantizar el buen estado del río. Los estudios aportados por la propia ACA (Agència Catalana de l’Aigua) a la Taula del Siurana fijan un caudal ambiental mínimo cuatro veces superior a los 20l/s que se dejan actualmente.
La Plataforma considera que no se respeta el caudal ambiental por dos motivos: los votos y el dinero. Por un lado, los votantes, el Baix Camp tiene doscientos mil habitantes, mientras que el Priorat no llega a los diez mil. Por otra, el dinero, el coste del agua del río Siurana es mucho más bajo que el agua de la CAT (Consorci d’Aigües de Tarragona) o el agua depurada.
Para la Plataforma la situación es todavía más injusta si se tiene en cuenta que solo el Ajuntament de Reus tiene un presupuesto diez veces superior al presupuesto de todos los pueblos del Priorat y que el Baix Camp dispone de una amplía variedad de recursos, mientras que el Priorat solo puede ofrecer productos agrícolas de calidad, y sus derivados, y su paisaje, y que por lo tanto necesita imperativamente el agua.
Los datos aportados por el ACA a la Taula del Siurana demuestran que el Baix Camp puede autoabastacerse tanto por boca como por reguera y que todo ello es solo una cuestión de voluntad política. Nada justifica la gestión actual que hace la Generalitat del río, que deja completamente desamparado al Priorat y aboca al río irremisiblemente a la muerte y en los pueblos y regantes del Priorat a la penuria, mientras se siguen favoreciendo los intereses de los más poderosos.
