Hace apenas año y medio que se abrió al público pero, en este tiempo, el Parc de Famílies de Reus ya ha vivido algunos cambios. El más notable, la retirada de las barbacoas que ocupaban el centro de la parcela. El Ayuntamiento las desmanteló aún en 2022, después de que resultaran varias veces vandalizadas.
Pero eso no ha hecho que los usuarios del parque dejen de acudir a pasar allí el día con intención de compartir sobremesa. Los hay que llevan su parrilla portátil de casa y otros que hacen fuego directamente en el suelo, aunque está prohibido. Tras los últimos festivos, en el terreno se ven restos de cocinar: ceniza y piedras, resultado de haber asado alimentos.
La construcción del Parc de Famílies fue fruto de los Pressupostos Participatius 2018. Supuso una inversión de alrededor de 150.000 euros. La impulsora del proyecto, Ana García, explica que «las barbacoas ya no se van a volver a instalar». «Lo propuse en los nuevos Pressupostos, pero no hubo suficientes votos», añade, e indica que «me parece que es algo que Reus debería tener».
Sobre la reposición de las parrillas, el consistorio se ha pronunciado, estos meses, en sentidos opuestos: de anunciar que tendrían recambio, a asegurar que se buscaría un modelo más robusto o comunicar que el parque se quedaba sin ellas.
García lamenta que «es impropio de una ciudad grande como Reus, que dispone de todos los servicios, no ofrecer un espacio con barbacoas». «Pedí que pusieran unas más fuertes y en condiciones, pero no lo han hecho», precisa. La mujer constata que «el parque es precioso y se debe ampliar», y reclama que tanto esta expansión como la colocación de nuevas barbacoas «las asuma el Ayuntamiento. No tiene por qué hacerse todo con Pressupostos Participatius. El parque ya es algo de la ciudad y puede seguir desarrollándose con presupuesto municipal porque es un bien para todos».
De las fogatas en el suelo, García señala que «la gente que las enciende tiene muy poco conocimiento» porque manchan el suelo y «pueden dar pie a incendios, es un peligro. Para eso eran las barbacoas». Además, al menos este fin de semana, la fuente no suministraba agua. «Es una lástima. Es evidente que la gente está contenta, quiere ir al parque a comer y no tiene las parrillas. Y lo de hacer fuego no puede ser». «Las ciudades suelen tener espacios así y Reus debería ser igual», concluye.
Fuentes municipales consultadas indican que no está permitido hacer hogueras sin tener la preceptiva autorización. Lo prohibe la Ordenança de Civisme, con sanciones de hasta 1.200 euros. Por el momento, la Guàrdia Urbana no ha impuesto multas en el Parc de Famílies. De las barbacoas, las mismas fuentes confirman que la decisión a corto plazo pasa por no reponerlas por cuestiones ligadas a «la seguridad y al civismo», según especifican.
Un pequeño auditorio y una zona de juego infantil
La primera fase del Parc de Famílies –la que se ha ejecutado, una de tres–, en el polígono AgroReus, recibió 395 votos de vecinos del municipio. Las obras culminaron con dos años de retraso, tras salvar obstáculos sobrevenidos mediante reformulaciones.
El complejo incluye una canasta para jugar a baloncesto y mesa de ping-pong, además de mesas de pícnic. Igual que las barbacoas, estas también fueron vandalizadas y hubo que reemplazarlas. Un parque infantil y un pequeño auditorio son algunos de los elementos pendientes para las próximas fases.