Reus conectará el centro con la periferia gracias a los nuevos carriles bici

Las próximas acciones serán enlaces con la zona de Bellissens, Blancafort y la avenida de Tarragona

07 diciembre 2021 18:50 | Actualizado a 08 diciembre 2021 13:03
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El futuro mapa de los carriles bici de Reus empieza a dibujarse y el Pla Específic de la Bicicleta va tomando forma. La previsión es que se construyan 30 kilómetros nuevos en los próximos tres años con la intención de convertir Reus en una ciudad más ciclable. De momento, en las últimas semanas se han concretado varios proyectos. Se trata de la conexión entre la estación de trenes y la zona de Bellissens (552.780,60 euros), el reivindicado carril entre la rotonda de la variante de la T-11 y la urbanización de Blancafort (1,2 millones cofinanciado por Generalitat y Ayuntamiento), y un nuevo carril bici en la avenida de Tarragona (252.500 euros).

Todos estos proyectos van encaminados a conectar el centro de la ciudad con las zonas más periféricas, las que más carecen de carriles bici. «Por un lado, con el proyecto de Bellissens, se sigue en la línea de mejorar la intermodalidad (dado que conectará la estación de tren con la de bus y la zona de Bellissens, donde habrá el futuro apeadero), y por otro, se aprovechan las intervenciones de transformación para incorporar carriles, como sería el caso de la avenida de Tarragona», explica la presidenta de Bicicamp, Ester Àvila. Así pues, valora que el consistorio esté cumpliendo con lo establecido en el plan, «generando carriles y, no sólo eso, sino creando a la vez una red». Y es que cabe recordar que entre las quejas más habituales entre los usuarios destaca especialmente la falta de continuidad de los carriles existentes, lo que ahora, con un Pla Específic, se intenta solucionar y tanto desde Bicicamp, como también Reus Patina, se valora muy positivamente.

Ahora, con los nuevos planes, se facilitará el acceso a la zona de Bellissens desde el centro con bicicleta a través de dos ejes: uno a través de los paseos y la avenida la Salle; y otro a través de la calle Ample (donde se prevé también un carril bici cuando se proceda a transformar urbanísticamente el eje paseo Mata-calle Ample). Por todo ello, se procederá a revisar los carriles bici compartidos en calzada y también se crearán nuevos carriles segregados en: la plaza de la Pastoreta, avenida de la Salle, plaza de Europa, la avenida de Sant Bernat Calbó, avenida del President Macià, calle Escultor Rocamora, de Jaume Vidal i Alcover, de Montserrat Roig, de Bernat Desclot y avenida de Bellissens.

Por otro lado se dará respuesta a la larga reivindicación de la creación del vial para peatones y carril bici hasta Blancafort y, más recientemente, se ha dado a conocer que también la avenida de Tarragona contará con 3,2 kilómetros de carril bici. Una acción que se suma a la transformación que se hará en esta zona, con una nueva rotonda que dará acceso a la urbanización Mas Carpa.

Para Josep Maria Alcover, de Reus Patina, «el centro de Reus está cubierto y que se empiece a abrir la red de carriles bici hacia las afueras es algo muy positivo», a lo que Ester Àvila añade: «Ya era hora». En este sentido, la presidenta de Bicicamp, aunque valora los proyectos presentados y el compromiso, «lo que queremos es que se vayan materializando». Aun así, pone el acento en el «mientras tanto», y es que «pensamos que es absolutamente necesario que, paralelamente, se trabaje con la pacificación del tráfico». Cabe recordar que desde esta pasada primavera, el límite de velocidad por las calles de todas las ciudades del Estado de un único carril por sentido es de 30 kilómetros por hora (en las avenidas, de dos carriles por sentido, sigue siendo de 50 km/h). Una medida impuesta por la Dirección General de Tráfico (DGT), pero que Reus ya había empezado a implantar en las calles más céntricas, creando carriles de convivencia entre coches y bicicletas. A pesar de todo, «no es suficiente, porque muchos conductores no cumplen el límite». Apuesta, por ejemplo, por una mayor señalización, campañas de Seguretat Ciutadana, además de los radares móviles que la Guàrdia Urbana ya utiliza.

La falta de seguridad en los carriles compartidos es, precisamente, la mayor preocupación de usuarios como Alejandro Yeste, que se mueve por la ciudad con patinete eléctrico. Para él, la conexión del centro con la periferia no es prioritaria porque «lo primero es consolidar las zonas que ya son ciclables» y que para este usuario tienen, todavía, muchas carencias. Una de ellas es la convivencia entre bicicletas y patinetes con los vehículos motorizados. «Faltan campañas dirigidas a los coches. Muchos te pitan, cuando estás circulando correctamente», pone como ejemplo Yeste, quien también indica que hay algunas conexiones complicadas, «como cuando subes por el paseo Prim y llegas a la plaza del Nen de les Oques». De los paseos, también indica que el asfalto «está en mal estado en algunos puntos», por lo que cree que «en el centro hay todavía mucho trabajo que hacer».

De falta de concienciación también habla Josep Maria Alcover, desde Reus Patina: «Compartimos carril con los vehículos motorizados, pero no estamos adaptados, tanto por parte de conductores de coches, pero también como ciclistas y patinadores». Para él, si existiera una buena convivencia, incluso cree que no serían necesarios los carriles segregados, «pero falta mucho para llegar a este punto de respeto», admite.

Por su lado, Marcos Massó, presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), la conexión de la periferia con carriles bici es esencial. «Es una forma de promover el uso de bicis o patinetes entre los jóvenes», opina, a la vez que pone como ejemplo que el carril hacia Bellissens puede ser especialmente útil para los estudiantes. «Se tiene que tener en cuenta qu el patinete es un vehículo económico y accesible, por lo que cada vez habrá más y nos tenemos que adaptar».

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