Las hileras de coches mal aparcados en la recientemente renovada plaza del Víctor han acabado. Desde esta misma semana, hay varias jardineras que marcan el límite entre la calzada y la acera, lo que impide que coches y furgonetas estacionen en zona peatonal. El Ayuntamiento ha tomado la medida después de varias quejas vecinales. Y es que desde que la plaza del Víctor fue reformada, y este tramo de calle Ample fue convertido en plataforma única, se convirtió en algo habitual que coches y furgonetas parasen encima de la acera.
Hace apenas un mes, la Associació de Veïns Reus Nord explicaba al Diari que antes de las obras no se daba la situación porque había el desnivel entre calzada y acera. Pero al quedar todo al mismo nivel, muchos vehículos aprovechaban por parar allí con los cuatro intermitentes. Había furgonetas, porque, a la vez, las zonas de carga y descarga suelen estar llenas de vehículos no autorizados, pero también turismos, que paraban para ir a comprar en la zona.
Además, algún vehículo había golpeado los bancos de granito de la plaza y algún bloque había quedado tumbado. Por todo ello, la asociación vecinal canalizó las quejas hacia el Ayuntamiento y, finalmente, el consistorio ha instalado jardineras. Es la misma solución que se adoptó en las calles vecinas de Santa Helena, Miró y Verge Maria. A finales de 2022 quedaron reformadas y en plataforma única. Inicialmente, muchos vehículos estacionaban en la acera, incluso los vecinos se quejaron de que había coches circulando por la zona peatonal, y el consistorio optó por instalar jardineras.
Sobre la plaza del Víctor, el barrio inauguró la reforma el 13 de enero con una fiesta. Las obras empezaron a principios de 2023 y, en un año, se ha pacificado todo el ámbito. También hay nuevos bancos de granito, la plaza es más accesible, se ha renovado el alumbrado y se ha expandido la jardinería. Los trabajos han costado 655.021 euros.
