Xepi Fort: «Más allá de mi formación, la vida ha sido mi doctorado»

Aprender a gestionar las emociones y acompañar a otras personas en momentos complicados es uno de los propósitos personales y profesionales de la enfermera Xepi Fort. Natural de Almoster y vecina de Cambrils, ofrece su ayuda en diferentes municipios del Baix Camp.

¿Siempre quiso dedicarse al ámbito de la salud?

Sí, siempre había querido cuidar a las personas y por eso hice la carrera de enfermería. Después, el resto de formación académica, además de trabajar en todos los ámbitos sanitarios, me pasó algo muy importante en la vida que fue la pérdida de un hijo y a partir de aquí me replanteé todo lo que era mi vida. Pensé, sobre todo, en la hija que me quedaba y que ella se merecía que tirásemos adelante; y, las vueltas que da la vida, ahora soy referente de bienestar emocional.

¿Cómo fue ese proceso?

Dejé la gerencia y volví al área básica y cuando llegó la pandemia, volví otra vez a la primera línea, a estar en servicios centrales, con toda la campaña de vacunación y todo lo que conllevó. Todo eso fue para mí un trampolín para decir «ahora sí, ya estás preparada para ponerte en escena», y decidí aportar lo que considero que ha sido mi doctorado, que es la vida. Me demostró que todavía podía dar mucho aunque pensase que no tenía fuerzas y me vi con el coraje para ofrecer mi conocimiento profesional y vital al resto de personas que lo pudiesen necesitar. Fue casualidad, había una convocatoria para referentes y me dieron plaza en Reus, La Selva del Camp y Almoster.

¿En qué consiste ser referente de bienestar emocional?

A raíz de la pandemia ha habido un aumento impresionante de la patología mental vinculada al incremento de la atención primaria, que está muy saturada, y el Servei Català de Salut ha querido crear este perfil que ayuda al servicio y a la comunidad, sobre todo, en cuanto al discomfort emocional, ansiedad, procesos de duelo, enfermedades crónicas como la fibromialgia... Hacemos sesiones grupales y aportamos herramientas para afrontarlo, lo que comporta el beneficio del trabajo en equipo, de poder estar con otros pacientes que sienten lo mismo que tú, entienden tu dolor y tu proceso. También trabajamos con asociaciones de mujeres, asociaciones de padres y madres...

¿Es complejo trabajar la gestión emocional actualmente?

Nos han enseñado a tapar la mayoría de nuestras emociones básicas; todavía somos una generación a la que no nos han enseñado las emociones y son nuestro código de barras: si no las trabajamos ni reconocemos difícilmente afrontaremos los pequeños inconvenientes de la vida.

Los referentes también atendemos las demandas de las áreas básicas como centros educacionales a los que estamos asignados en cuanto al trabajo de las emociones. Y es como aprender a sumar pero contigo mismo, conociéndote y reconocer qué sientes cuando te pasa algo, trabajarlo y darle una respuesta adecuada.

Además, hay una parte muy importante que es dar apoyo a los compañeros sanitarios. También necesitamos un acompañamiento.

¿Su proyecto va en esa línea?

Sí, está todavía perfilándose, pero me gusta definirme como ‘acompañadora’, que a diferencia de acompañar, implica acción, ayudo a actuar en el cambio. Hoy en día, toda la red social está llena de información, sabemos perfectamente cómo hacer las cosas a nivel teórico, lo difícil es llevarlas a la práctica. Por ello, considero que puedo ser esa persona que dé a otra el impulso para realizar una determinada acción. Precisamente, algo tan sencillo y básico como la palabra y el lenguaje no verbal, que es el 80% de la comunicación y prácticamente no lo utilizamos.

También es una apasionada de la montaña y el trekking.

La vida me ha encaminado al deporte y la montaña. Cada uno tenemos nuestra propia cima, lo que no sabemos es a cuántos metros de altura acabaremos, pero la ruta se tiene que hacer con los obstáculos, momentos buenos y no tan buenos; se tiene que salir adelante. Las expediciones forman parte de esa autoterapia, me ha dado la gasolina necesaria y tener la mente clara para tomar decisiones.